TEODORO II -Papa- (12.897-12.897). Convocará un sínodo en el que, formalmente, se anularán todas las decisiones de Esteban VI, se devolverán sus derechos a los eclesiásticos ordenados por Formoso y que Esteban había considerado nulos, y se ordenará destruir las actas del citado “concilio cadavérico”. Asimismo, se dará digna sepultura en el Vaticano al cadáver de Formoso que, arrojado por el populacho al Tíber, ha sido devuelto a la orilla por una crecida del río, de donde un monje lo ha tomado para darle decente sepultura. TEODORO II será muy amado por el clero y los fieles, e intentará por todos los medios -escasos- a su alcance poner paz en la Iglesia. Se distinguirá también por su caridad y la pureza de su vida. Los numerosos partidarios de la familia Spoleto, contrarios a las disposiciones tomadas por Teodoro, intentarán imponer a Sergio, conde de Túsculo, como papa; y aunque fracasarán en el intento, lograrán que, en 904, Sergio suba al trono de San Pedro como Sergio III.

Fallece el papa TEODORO II en el mismo mes de su elección al parecer envenenado. Sólo ha durado veinte días, los suficientes para rehabilitar a Formoso.