BALDOMERO ESPARTERO (General español y Regente de Isabel II) ( 1840-1843)

Total de piezas: 36

Regresa a España, proveniente de América, el militar español Joaquín Baldomero ESPARTERO.


Regresa a España, proveniente de América, después de haber participado en la batalla de Ayacucho, el militar español Joaquín Baldomero Fernández Álvarez ESPARTERO. Nacido en 1793, en Granátula (Ciudad Real), hijo de un carretero, se hace soldado y toma parte en la guerra de la Independencia; finalizada ésta, pasa a América donde interviene en muchos combates y de donde no regresará hasta 1825 con el grado de coronel.

Baldomero ESPARTERO se declara ardiente partidario de ISABEL II.


Baldomero ESPARTERO se declara ardiente partidario de ISABEL II.

Baldomero Espartero, liberal, nombrado general, vence a los carlistas y pone fin al sitio de Bilbao.


Baldomero ESPARTERO, nombrado general en jefe del ejército liberal del Norte se encuentra enfermo y en cama. En la fecha, tiene lugar la batalla de Luchana. Baldomero ESPARTERO, al enterarse de la crítica situación del campo de batalla se persona allí al frente de sus tropas liberales vence a los carlistas y pone fin al sitio de Bilbao, decidiendo la resolución de la Primera Guerra Carlista. De hecho, conforme avanza la Primera Guerra Carlista, entre los combatientes vascos se intensifica la conciencia de que están luchando por su tierra y no por los derechos de un determinado príncipe.

La “Expedición real”, Carlos María Isidro y sus fuerzas, llega hasta las mismas puertas de Madrid. Espartero le obliga a retirarse.


La “Expedición real”, Carlos María Isidro con sus fuerzas, llega hasta las mismas puertas de Madrid, esperando ingenuamente que la propia regente María Cristina se le una y probablemente algunas complicidades que no se producen. Esta indecisión de los carlistas permite al liberal ESPARTERO reaccionar a tiempo y acaba obligando a los carlistas a retirarse sin haber alcanzado ningún objetivo práctico. El prestigio de ESPARTERO aumenta comenzando realmente, a partir de este momento, su carrera política.

La conquista de Ramales y Guardamino a cargo de ESPARTERO, le vale el título de “duque de la Victoria”.


La conquista de Ramales y Guardamino a cargo de ESPARTERO, le vale el título de “duque de la Victoria”, y con la ocupación de Arlabán y Durango termina prácticamente la guerra en el frente vasco-navarro.

Esta pieza también aparece en ... PRIMERA GUERRA CARLISTA (1833-1840)

Se disuelven las Cortes, convocándose unas nuevas elecciones. Los progresistas obtienen la mayoría.


El 1 de julio de 1839 se disuelven las Cortes, convocándose unas nuevas elecciones, en las que los progresistas obtendrán la mayoría. Al mismo tiempo, se produce una reacción debido a la dimisión del ministro de la guerra, que lleva al gobierno a los moderados, tras la disolución de las cortes progresistas por la reina. Espartero se muestra disconforme con el nuevo gabinete, la tensión entre Espartero y María Cristina, irá creciendo hasta desembocar en una incompatibilidad absoluta; Espartero se vuelve cada vez mas progresista, y las medidas de María Cristina eran cada vez mas favorecedoras del bando moderado; por lo tanto, Espartero presenta a la Regente su dimisión, que no será aceptada. Sin embargo, poco después, la reina se verá obligada a otorgar el gobierno al propio Espartero.

El pacto entre MAROTO y ESPARTERO se establece sobre el inmenso prestigio de ESPARTERO.


El pacto entre MAROTO y ESPARTERO se establece sobre el inmenso prestigio de ESPARTERO, sin duda merecido, pero considerablemente exagerado, porque otros generales menos teatrales o carentes de apoyos políticos -Marcelino Oráa, Isidoro Alaix- han contribuido tanto como ESPARTERO a la victoria final. El 31 de agosto de 1839 es, pues, una fecha clave en la Historia de España. Este día, un jefe militar prestigioso, el liberal ESPARTERO, y otro menos prestigioso, MAROTO, pero muy apegado a la disciplina, ponen fin a una guerra que, por lo menos en apariencia, había sido motivada por una cuestión dinástica. D.CARLOS y su cuñada, MARÍA CRISTINA, no pudieron llegar a un acuerdo. Sí lo logran, en cambio, sus generales, y el pacto se concierta en beneficio de la clase militar como es lógico.

La ratificación del convenio: Abrazo de Vergara entre Espartero (liberal) y Maroto (carlista).


Se ratifica en Vergara -en la fecha- el acuerdo adoptado el 29 del mismo mes por el que se pone fin a la primera guerra carlista. La ratificación del tratado se expresa con un acto de reconciliación: ESPARTERO -liberal- abraza a MAROTO -carlista- (abrazo de Vergara) y ordena a sus tropas que se adelanten para que abracen a los carlistas. Un clamor inmenso corea las palabras y el abrazo. Los soldados -isabelinos y carlistas- se adelantan para darse la mano, para abrazarse, para golpearse amistosamente la espalda: ¡la guerra ha terminado!. El rey pretendiente, CARLOS V, instalado durante varios años en Estela, huye a Francia, siendo confinado en Bourges. El “Abrazo de Bergara” será calificado por muchos carlistas como «traición de Bergara», pero terminará con seis años de guerra fratricida (en Catalunya la guerra se prolonga un año más).

Los carlistas de Catalunya y de la zona Centro, no han admitido el “Abrazo de Vergara”.


Los carlistas de Catalunya y de la zona Centro (a la izquierda de Valencia, Aragón y Catalunya), entre ellos el general carlista Ramón CABRERA, no han admitido el “Abrazo de Vergara” y, en consecuencia, prorrogan la guerra. En la fecha, el general carlista Ramón CABRERA pierde Morella y es vencido por Baldomero ESPARTERO que saquea e incendia su rico archivo municipal. Por todo ello ESPARTERO recibirá el título de marqués de Morella. Las guerras carlistas significarán sin duda, la inflexión de la historia de esta ciudad, a pesar de que ISABEL II la designará capital de la Comandancia General del Maestrazgo, estableciendo una importante guarnición militar hasta bien entrado el siglo XX.

Se inicia la rivalidad política entre NARVÁEZ y ESPARTERO, resultado de la escisión de los liberales.


La extraordinaria popularidad de ESPARTERO adquirida en el transcurso de la guerra como defensor de las libertades constitucionales, le permiten, cada día más, erigirse en árbitro de la política nacional. Halagado por la reina regente y por los partidos políticos acaba por intervenir activamente en la política. Se inicia la rivalidad política entre NARVÁEZ y Baldomero ESPARTERO, resultado de la escisión de los liberales en progresistas (ESPARTERO) y moderados (NARVÁEZ)