Estrada Cabrera, que se sucederá a sí mismo en el poder durante más de veinte años con votaciones fraudulentas, hará de la compañía bananera el verdadero motor de Guatemala. Construirá para ella puertos marítimos, ferrocarriles y redes de carreteras. También reprimirá con mano dura varias revueltas laborales para impedir que se alterara la productividad en las plantaciones o se aumentaran los salarios miserables.

La primera república bananera, Guatemala, estrena el siglo XX abriendo su territorio a la United Fruit Company. Desde la etapa colonial, tras la conquista española, ha existido una oligarquía criolla cuya fortuna se ha basado en los cultivos tropicales. En el último tercio del XIX, bajo una serie de dictaduras de signo liberal, el café se ha convertido en el principal producto de exportación. La llegada de la United Fruit Company lo cambia todo y una serie de presidentes de la nación en teoría dirigentes liberales, resultan ser en la práctica, simples tiranos al servicio de la multinacional.

Finaliza en Guatemala, la dictadura de Estrada Cabrera (9/2/1898-8/4/1920).

El nuevo presidente (1931-1944) de Guatemala, coronel Jorge Ubico, resulta ser muy autoritario. Ordena ejecutar a cientos de opositores a su régimen, desde estudiantes hasta representantes sindicales, instaura una censura feroz y reforma la Constitución para perpetuarse en el gobierno. Incrementa todavía más los beneficios de La United Fruit Company (UFC)(Mamá Yunay) al firmar un contrato (1936) que convierte el país prácticamente en un feudo de la compañía. No es extraño que le devuelvan el favor pagándole un lujoso exilio en EE UU cuando sea derrocado.

A mediados de los años cuarenta Guatemala conoce un período muy diferente. En la fecha, toma posesión de su cargo como nuevo presidente de Guatemala, Juan José Arévalo quien comienza a dar un giro progresista a la política.

En la fecha, toma posesión de su cargo como nuevo presidente de Guatemala, el coronel Jacobo Árbenz quien, al igual que su predecesor Arévalo, impulsa políticas auténticamente progresistas, encaminadas a mejorar la injusta situación social. Se pone fin a la censura, se legaliza el Partido Comunista y se plantea una ambiciosa reforma agraria.

En Guayaquil, Ernesto GUEVARA decide ir hacia Guatemala para ver la revolución que está liderando allí el coronel Jacobo Arbenz. Luego de complicadas gestiones Ernesto se embarca hasta Panamá donde permanecerá unos meses, en condiciones económicas críticas. El 24 de diciembre de 1953 llega sin dinero a Guatemala, donde se instalaría.

En 1954, en Guatemala, cuando Jacobo Árbenz Guzmán intenta aplicar una ley moderada a favor de la expropiación de las grandes propiedades, a las que indemnizaría con bonos a largo plazo, es depuesto, en la fecha, por el coronel Carlos Castillo Armas, gracias a la colaboración del gobierno de Washington. Se da un conflicto de intereses brutal ya que Allen Dulles, director de la CIA, es además abogado de la United Fruit Company. Muchos de los empleados gubernamentales tienen intereses privados en la empresa United Fruit Company. Castillo Armas y sus sucesores en la dictadura militar desmontan los logros previos, combaten cualquier tendencia izquierdista y estrechan aún más los lazos con EEUU. y el capital privado. Esta línea dura incluye la persecución, tortura y asesinato de intelectuales y campesinos. El sector reformista del Ejército pasa a la clandestinidad para formar grupos revolucionarios de lucha armada.

En 1960 estalla una larga guerra civil (1960-1996) entre las fuerzas oficiales, respaldadas por grupos paramilitares, y los rebeldes que se han echado al monte, con una orientación castrista que no tardará en evolucionar a posiciones nacionalistas e indigenistas.

En Guatemala, a finales de los sesenta se produce una tímida apertura democrática promovida por gobiernos de centro. La guerra continua, pero la clase media se ve favorecida por estas reformas, que potencian el acceso a la vivienda y a la escuela, salarios más estables e infraestructuras más modernas. En la política, sin embargo, el cambio es superficial. El Ejército se va fortaleciendo a medida que obtiene victorias parciales sobre la guerrilla. A partir de 1970 habrá fraudes electorales constantes. Los presidentes serán elegidos a dedo por la cúpula castrense, cuando no sean directamente militares.