En la guerra entre Roma y sus provincias itálicas (91-88 aC), los sublevados llegan al extremo de fundar un nuevo estado con capital en Corfinium, en la costa del Adriático, con un senado propio y magistrados como los de Roma, acuñan moneda y organizan ejércitos, que vencen en repetidos combates a los romanos. Finalmente, Lucio Cornelio SILA, ambicioso aristócrata romano que había sido lugarteniente deario en las guerras de Yugurta, obliga a las provincias sublevadas, en la fecha, a deponer su actitud. Los romanos a través de las leyes aprobadas los años anteriores otorgan a todos la ciudadanía romana. Los romanos han conseguido una victoria militar a costa de su derrota política. En adelante, pues, las provincias tendrán mayor participación en la vida política, incluida la posibilidad de formar parte del senado. La península toma el nombre de Italia. Al concluir con la rebelión de los pueblos italianos, SILA ha conseguido ya la reputación de gran general y es nombrado cónsul este mismo año.

SILA, del partido de los optimates, es elegido por el Senado de Roma para que se dirija a Oriente a fin de sofocar el levantamiento general de los griegos y asiáticos contra Roma estimulados por el rey del Ponto, MITRÍDATES VI. El nombramiento de SILA provoca fuertes conflictos entre él y MARIO, del partido de los populares, ya que MARIO es también nombrado por el pueblo, en una acción sin precedentes, comandante de las fuerzas militares en Asia Menor. SILA, ante la situación creada, decide marchar con sus hombres sobre Roma, creando el peligroso precedente de resolver las rivalidades políticas apelando al arbitraje contundente de las armas. SILA consigue la victoria y MARIO escapa a la provincia de África salvando la vida.

Apenas SILA se ha embarcado hacia Grecia, los populares recuperan el poder en Roma bajo el liderazgo de MARIO, después de su regreso, y CINNA. El nuevo gobierno, empieza por deponer a SILA, enviando a Grecia otro general, Valerio Flaco. Después ejercen un verdadero terror contra el bando conservador, que ha elegido a SILA, causando millares de víctimas. El principal responsable de toda esta situación, MARIO, después de su séptima elección para cónsul, muere repentinamente, en la fecha, dejando a CINNA como señor de Roma que se apropia indebidamente del poder consular.

Las legiones romanas, bajo el mando de Lucio Cornelio SILA expulsan a MITRÍDATES VI de Grecia en la “Primera guerra de Roma contra Mitrídates VI” (86-85 aC) en el llano de Queronea y sofocan la rebelión saqueando Atenas, en el 86 aC. Y Tebas un año después. Roma castiga duramente a las ciudades rebeldes y las campañas realizadas en suelo griego dejan el centro de Grecia en ruinas. Atenas sigue siendo foco intelectual y de la filosofía, pero su comercio prácticamente desaparece. Grecia queda, definitivamente, incorporada al imperio romano. Parece ser que SILA llega a un acuerdo secreto con FLACO, porque éste, en lugar de destituir a SILA, marcha directamente a los estrechos del Bósforo para invadir el Asia. Pero la conducta de Flaco, no satisface a los populares que le acompañan, y éstos, amotinando al ejército, matan a Flaco y ponen en su lugar a un oficial llamado Fimbria.

MITRÍDATES VI llega con SILA a la paz de Dárdano por la que se retira a sus posesiones anteriores a la guerra, renuncia a su flota y se compromete a pagar un enorme tributo. Las ciudades griegas que se han alineado con él también son obligadas a pagar.

El cumplimiento de las cláusulas del tratado entre SILA y MITRÍDATES VI, queda a cargo del propretor L.Licinio Murena. La “Segunda guerra de Roma contra Mitrídates VI” (83-81 aC) se produce al invadir los romanos el Ponto en el 83 aC al resistirse MITRÍDATES a cumplir con lo pactado en la paz de Dárdanos.

Mientras tanto, en la primavera del 83, SILA que ha vuelto a Italia, desembarca en Brindisi con su tesoro y un ejército juramentado a obedecerle sin murmurar, al que se ha sumado las legiones de Fimbria que se han entregado sin combatir. En Porta Collina destruye al ejército preparado por los populares con la intención de no permitirle el desembarco. Palmo a palmo gana la tierra de Italia.

SERTORIO, uno de los miembros más destacados del partido popular, huye de Roma ante la presencia de SILA contra el que se declara en abierta rebelión y está dispuesto a resistir en su refugio de Hispania, donde ha sido cuestor en el 96 aC y ha dejado un buen recuerdo. También instituirá un gobierno en el exilio con su Senado y sus instituciones.

La resistencia en Sicilia (Carbo) y África (Domicio) es rápidamente sofocada por el general POMPEYO (del partido de SILA). Queda entronizado en el reino de Numidia, JUBA I. POMPEYO es recompensado por SILA con el título de “Magnus” (“el Grande”).

Triunfo definitivo del conservador SILA sobre los populares, en el año de la fecha.