África Sudoccidental es ocupada primero por los grupos étnicos san (bosquimanos) y khoikhoi; al norte por los ovambo y los herero de lengua bantú. Más tarde el pueblo nama, conocido como la Nación Roja, se instala en el territorio sureño y vive de la cría de ganado, manteniendo una fuerte unión entre los clanes. Estrechamente vinculados a este pueblo están los damara, provenientes de África Central, quienes combinan el arreo de manadas con la caza y la fundición de cobre. En las regiones del centro y el noreste los herero se unen en un clan y construyen alianzas, a menudo presididas por un jefe supremo. Los ovambo, agricultores que desarrollan varios reinados a lo largo de ambas orillas del río Kunene, son una amenaza constante para la unidad de los herero.

Los alemanes ocupan, en la fecha, el “África Sudoccidental”.

La gran guerra de resistencia que conducirán los herero, pueblos de pastores nómadas, desde 1904 hasta 1906, casi logrará expulsar a los alemanes del África sudoccidental. Éstos reaccionarán brutalmente, en 1905, con ahorcamientos masivos y detenciones en campos de concentración, lo que provocará una masacre y la reducción del 90% de los pobladores hereros en los siguientes años. Muchos de los supervivientes huyen hacia zonas alejadas de sus residencias, pero ya sin ganado y por lo tanto sin los medios de subsistencia de los que hasta entonces han dependido. (Grupos de estos son los actuales Hereros residentes en Botswana, algunos de los cuales, los más ancianos están retornando a Namibia después de la independencia en 1.990, mientras que las generaciones más jóvenes prefieren permanecer en el pais que acogió a sus padres.)

Los nama, que tardan en entrar en el conflicto contra los alemanes del África sudoccidental, son vencidos en 1907. Sólo un tercio de la población nama sobrevive, confinada en campos de concentración. La rigidez con que los alemanes ejercen su control no se extiende significativamente hacia el norte por lo que no llega a amenazar a los ovambo.

Entre 1961 y 1968 la organización mundial intenta anular el mandato fiduciario y establecer la independencia del país. Las presiones basadas en argumentos jurídicos son infructuosas y el pueblo namibio, organizado en la Organización Popular del África Sudoccidental (SWAPO), resuelve iniciar la lucha de liberación, trabándose los primeros combates el 26 de agosto de 1966.