Matrimonio entre BLANCA de Castilla -hija de ALFONSO VIII- y el príncipe LUIS de Francia, capeto, futuro LUIS VIII el León.
BLANCA de Castilla (Hija de Alfonso VIII de Castilla)(Regenta de Luis VIII de Francia)
Total de piezas: 3
LUIS IX el Santo (San Luis), con doce años de edad, sucede a su padre Luis VIII en el trono de Francia.
LUIS IX el Santo (San Luis) (1226-1270), con doce años de edad, sucede a su padre Luis VIII en el trono de Francia bajo la regencia de su madre BLANCA de Castilla que asegura con fervor y astucia la regencia del reinado hasta el año 1234. Ella educa a sus hijos, entre éstos LUIS, el heredero del trono, en el espíritu de una moral rígida y estricta, con un gran sentido de la piedad. Mientras padece una grave enfermedad pronunciará el deseo de una cruzada. Algunos de los señores feudales franceses piensan que es un momento apropiado para rebelarse contra el gobierno real y unen sus fuerzas con los ingleses, quienes están impacientes por recuperar los territorios perdidos, pero BLANCA es capaz de sofocar sus conspiraciones y rebeliones. El gran logro nacional de LUIS IX, será conseguir la lealtad de las provincias conquistadas a través de una administración justa y equitativa. El monarca tiene cuidado de impedir la corrupción y el abuso de autoridad mediante el envío de investigadores para recoger las quejas de sus súbditos contra los oficiales reales. Bajo su mandato, el gobierno real se hará más profesional y especializado.
Luis IX de Francia asume la dirección de la Séptima Cruzada y parte de Aigues-Mortes rumbo a Chipre.
LUIS IX de Francia asume la dirección de la Séptima Cruzada. LUIS IX, que ha confiado a su madre BLANCA de Castilla el gobierno de su reino, parte de Aigues-Mortes, en 1248, rumbo a Chipre, desde donde piensa atacar a Egipto, centro del Estado musulmán de los descendientes de SALADINO que controlan los Santos Lugares de Palestina. LUIS IX va acompañado de sus tres hermanos y lo más granado de la nobleza francesa -el conde de Flandes o el duque de Bretaña, entre ellos-, constituyendo su ejército unos 40.000 hombres y 2.800 caballos. El 17 de septiembre llegan los cruzados a Chipre donde pasarán el invierno, siendo asolado el ejército por una epidemia de peste.