Inicia en la Península Ibérica, el período arqueológico denominado Paleolítico peninsular (Antigua piedra tallada). Se dividirá en tres subperíodos que corresponderán a las culturas básicas estudiadas en la Península: Paleolítico Inferior (- 800.000 a -100.000 “Homo antecessor”), Paleolítico Medio (-100.000 a -35.000 “Homo sapiens neanderthalensis”) y Paleolítico Superior (-35.000 a -8.000 “homo sapiens sapiens”). El Paleolítico es el extenso período de la prehistoria de la humanidad que se encuentra entre la aparición de los primeros trabajos líticos del género homo y el momento en el que estas comunidades son capaces de producir sus alimentos además de cazar o pescar.

La especie Homo heidelbergensis puebla la cuenca y la sierra madrileña.

Durante la edad de piedra, los bosques alemanes están poblados por grupos nómadas de cazadores y recolectores. Constituyen las formas primitivas de Homo sapiens, como el Hombre de Heidelberg, que vivió hace 400.000 años. Poco después, aparecen formas más avanzadas de Homo sapiens, como demuestran los restos encontrados cerca de Steinheim (de unos 300.000 años de antigüedad) y el más cercano de Ehringsdorf, de hace 100.000 años. Otro tipo humano es el Neanderthal, encontrado cerca de Düsseldorf, que vivió hace 100.000 años. El tipo más reciente, que aparece hacia el 40.000 a. C., es el de Cro-Magnon, un miembro del Homo sapiens sapiens, especie del ser humano actual.

El Paleolítico Medio o Musteriense toma este nombre del yacimiento francés de La Moustiére, en la región de la Dordoña. Ofrece una gran dispersión sobre la Tierra y una enorme duración. Se extiende desde los campos de Loess del norte de China hasta Inglaterra y desde las llanuras del norte de Alemania y Polonia hasta el Sáhara. Cronológicamente, abarca desde aproximadamente el fin de la glaciación de Riss hasta bien entrada la de Würm (-100.000 a -40.000 aC.) Constituye también un mundo de gran complejidad. Actualmente no se sostiene la antigua tesis de que el musteriense era la “grosera y primitiva industria del hombre de Neanderthal. El musteriense es variado y multiforme, y comprende varias ramas que, tal vez desde un origen común, evolucionaron con una gran autonomía durante milenios. Asociada a la industria musteriense aparecen la técnica levallois, que es un avanzado y específico sistema de tallar la piedra, y el homo sapiens neanderthalensis.

La presencia, lejos de Europa, en el Próximo Oriente, de fósiles pertenecientes al “Hombre de Neandertal” y comparados con los encontrados en Europa, sugiere que hombres del pre-Neandertal se desplazaron desde Europa en dirección Este en un momento en que los pre-Neandertales europeos aún no se habrían desarrollado plenamente. Los de Europa habrían evolucionado posteriormente hacia formas más especializadas y mejor adaptadas a un clima frío poniendo de manifiesto la morfología conocida como la de Neandertal “clásico”. Paralelamente a esta evolución de los Neandertales europeos, los antiguos pre-neandertales en el próximo Oriente evolucionaban en la línea “sapiens”.

A pesar de la enorme extensión que en los períodos de glaciación alcanzan los glaciares, existe un corredor libre de hielos por la parte Norte de las Montañas Rocosas de América del Norte que hace posible las migraciones desde Asia hacia América por el estrecho de Bering. Se ha demostrado que el hombre vivió en Sudamérica alrededor del año 30.000 aC. Estos nuevos descubrimientos proceden de la gran cueva brasileña de “Boqueirao do Sitio da Pedra Furada”, cuyas paredes y techo están decorados con una rica serie de pinturas prehistóricas. Este descubrimiento implica que probablemente el hombre cruzó el estrecho de Bering entre -50000 y -35000.

Del paleolítico medio se han descubierto en Granada numerosos restos en varios yacimientos en la Sierra de Harana, destacando el de La Carigüela (Píñar) del que parece deducirse la intensa presencia de individuos del género homo Neanderthalensis.

Los bosques de la actual región alemana han estado poblados por grupos nómadas de cazadores y recolectores: Homo de Heidelberg, que vivió en -400.000. Por otra parte, se han encontrado restos cerca de Steinheim (de unos 300.000 años de antigüedad) y el más cercano de Ehringsdorf, de hace 100.000 años. También se han encontrado restos del Homo Neanderthalensis, cerca de Düsseldorf, que vivió en -100.000. El tipo más reciente vivía hacia el 40.000 aC, en Cro-Magnon, un miembro del Homo sapiens, especie del ser humano actual.

A mediados de la cuarta y última glaciación se produce un importante cambio en el panorama cultural y evolutivo del género humano. En este momento hace su aparición el “Homo sapiens sapiens”, con su complejo mundo espiritual, con un arte impregnado de un claro sentido religioso y de unas costumbres funerarias envueltas en numerosos ritos. El “Homo sapiens sapiens” proveniente probablemente del Próximo Oriente, antecedente directo del hombre moderno, se va desplazando hacia Europa -seguramente a la vez que empiezan a retirarse los hielos-, llegando hasta la Península Ibérica y sustituyendo al “Hombre de Neanderthal”. Adquiere las características morfológicas que hoy conocemos como las del “Hombre de Cromagnon” como más representativas. Se encontrarán restos del “Hombre de Cromagnon”, por todo el este de la Península Ibérica. (Durante mucho tiempo se considerará al hombre de Neanderthal como un antepasado del “Homo sapiens sapiens”, pero finalmente se sabrá que el “Homo sapiens sapiens” no desciende de los neanderthales).

La aparición del “Homo sapiens sapiens”, provoca el inicio del Paleolítico Superior, tercer período de esta larga etapa de la Prehistoria. El “Homo sapiens sapiens es algo más débil que el de Neanderthal, pero tal vez más inteligente, porque será el único de los dos que sobrevivirá. Éste período, se nos ofrece con una mucho mayor diversificación de culturas, mayor densidad de yacimientos y, por consiguiente, mayor número de grupos humanos. Abarcará desde el -40.000 al -8.000.