Los fenicios bautizan el peñón de Gibraltar como Calpe, nombre al que se refiere Platón para ubicar los “pilares de Hércules”.


El peñón de Gibraltar es tierra de paso de fenicios, cartagineses, griegos y romanos, aunque ninguno se asienta en el mismo. Los fenicios, alrededor de la fecha, lo bautizan como Calpe, nombre al que se refiere Platón para ubicar los “pilares de Hércules”. En efecto, leyendas posteriores relatarán que el semidios Hércules fija el límite del mundo con una columna en Calpe (Gibraltar) y otra en Abila (Ceuta). En realidad, griegos, fenicios y cartagineses, no desean que otros descubran sus rutas comerciales por el océano Atlántico.