Los sicilianos, por el tratado de Caltabellota, eligen rey a FEDERICO II, hijo menor del difunto rey Pedro.


Los angevinos, en su lucha por obtener Sicilia, quedan reducidos a sus propias fuerzas (la monarquía francesa y el Pontificado han entrado en conflicto). Tienen, pues, que pactar la paz por separado con los sicilianos. Veinte años de lucha por la posesión de Sicilia (Desde 1282), han cansado a todos los contendientes. En agosto de 1302, se firma el tratado de Caltabellotta, por el que FEDERICO II (III) es reconocido como rey de Trinacria (en esta época el nombre de Sicilia no se utilizaba) hasta su muerte y, luego, la isla, pasará a la casa de Anjou . Así la isla queda temporalmente en poder de una rama secundaria de la familia real aragonesa.   Después, FEDRICO II  se casa con Leonor de Anjou, hija de su rival CARLOS de Anjou, que sigue reinando en la parte continental del reino de las Dos Sicilias (Nápoles). Se reconoce, pues, la independencia de Sicilia, lo que representa el mantenimiento de la isla dentro del área de influencia económica catalana. Sicilia será fiel aliada de Catalunya, tanto por intereses económicos compartidos como por la existencia de enemigos comunes.