HITLER concierta un encuentro con el mariscal Pétain, que lleva a acuerdos secretos, bajo el nombre de «Montoir». Pétain accede a apoyar a Alemania en todo momento con intervención militar: «Las potencias del Eje y Francia tienen el mismo interés en ver derrotados a los ingleses tan pronto como sea posible». Pétain, posiblemente, no tiene más elección que prestar un servicio a las ambiciones de HITLER. No obstante, el viejo mariscal consigue con el «Montoir» mantener a Francia fuera de la guerra.

Los japoneses desembarcan en el norte de Nueva Guinea y cruzan las formidables montañas Owen Stanley en agosto de 1942, con las miras puestas en Port Moresby, en la costa meridional. Nunca conseguirán llegar. Las fuerzas norteamericanas y australianas los detienen entre noviembre de 1942 y 1943, y de este modo los japoneses por fin son derrotados en la jungla.

En el norte de África, el 8 de noviembre de 1942 tropas anglo-americanas al mando del general Dwight Eisenhower, inician la Operación Torch. Más de 600 buques transportan más de 70.000 hombres para atacar las colonias norteafricanas de la Francia de Vichy de Casablanca, Orán y Argelia. La utilización de los alemanes de estas colonias es la causa del ataque de los ejércitos aliados. Al día siguiente, el almirante francés Michellier firma el cese del fuego. Por otra parte, FRANCO recibe cartas personales de ROOSEVELT y Churchill en las que le aseguran que España no debe temer ninguna acción militar por parte de los aliados. Es la clara consecuencia del cambio sutil en la política que ha iniciado España y que será un gran alivio.

El gobierno marioneta francés de Vichy rompe las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos el 9 de noviembre, y ordena a las tropas que continúen la resistencia.

Temiendo un desembarco aliado en Córcega, Hitler ordena la entrada de tropas del Eje en la Francia no ocupada, exceptuando el puerto de Toulon. En carta al mariscal Pétain, el jefe nazi declara que el propósito de ese movimiento de tropas es proteger a Francia contra los aliados. El gobierno de Vichy pierde la poca autonomía de que dispone después de que la «zona libre» sea ocupada por tropas alemanas e italianas el 11 de noviembre de 1942. No obstante la duración de este gobierno no irá más allá de la presencia de las tropas alemanas en Francia (1944). Esto se hace siguiendo los términos de la rendición: las tropas alemanas ocuparán dos tercios del territorio francés y a Francia se le permitirá establecer un gobierno en la zona no ocupada.

La Batalla de Guadalcanal fue una de las batallas más importantes de la Segunda Guerra Mundial (12 al 15 de noviembre de 1942). En la primera ofensiva estadounidense en la Guerra del Pacífico, la marina aliada y 16.000 soldados de Estados Unidos se instalan el 7 de agosto de 1942 en la isla de Guadalcanal, entonces ocupada por el imperio del Japón. El nombre en clave de la operación fue Watchtower (‘Atalaya’). También fueron asaltadas simultáneamente las islas Florida, Tulagi, Gavutu y Tanambogo. Unas 30.000 personas murieron en Guadalcanal (24.000 japoneses y unos 6.000 aliados). No todos los muertos fueron de heridas de guerra: muchos de ellos murieron debido a la malaria y otras enfermedades tropicales. En este sentido, las tropas aliadas contaron con la ayuda de un mejor equipo médico.

Batalla aeronaval en las islas Salomón (12-12/11/1942)

Batalla de Guadalcanal. Entre el 13 y el 15 de noviembre de 1942 tienen lugar las batallas clave, cuando los dos bandos chocan en aguas de la isla de Savo. Los japoneses no consiguen su objetivo principal que es desembarcar más hombres en Guadalcanal y, finalmente, el alto mando japonés decide retirar sus tropas de la isla.

En España, en la reunión del gabinete del 16 de noviembre de 1942 se recibe un informe de la embajada en Berlín indicando que HITLER no tardará en solicitar permiso para pasar con sus tropas por territorio español. Algunos de los miembros más germanófilos del Gobierno, como Asensio, Arrese y Girón, exigen un mayor acercamiento al Tercer Reich, pero la mayoría apoya a Franco y Jordana a favor de mantener una postura no beligerante.

El Gobierno español acuerda que habrá que oponer resistencia a la entrada de las tropas alemanas y el 18 de noviembre el Generalísimo ordena una movilización parcial que durante varios meses multiplicará por dos el número de tropas españolas sobre las armas. Se informa a los embajadores españoles de todo el mundo de la firme decisión del Gobierno a resistir cualquier ocupación extranjera de las Baleares -una idea que, según los informes, estaban considerando tanto los Aliados como el Eje.