Empieza a reinar en la India el emperador HARSHA Vardana (606-647) de Kanauj -reino septentrional de la India- quien une los estados de la llanura del Ganges agrupando los reinos entre el Himalaya y los montes Vindhyos, las bocas del Ganges y la península de Katiawar. Capital: Kanauj. Más al Occidente, los principados de Cachemira, el Penjab y Sind se organizan independientemente. Es un budista convencido en una India que vuelve más y más al brahmanismo. Se establecen por primera vez relaciones diplomáticas firmes entre la India y China. HARSHA intenta la formación de un gran bloque chino-indio de defensa contra los turcos. HARSHA es un monarca justo y eficaz en su labor de gobierno y que viaja constantemente por su Imperio para conocer las peticiones de sus súbditos y mejorar la administración. Con su gran energía y dedicación a los asuntos del Estado logra mantener unido el Imperio.

Los Chalukya, poder hegemónico en la costa occidental y centro de la India, frustran, aproximadamente en la fecha, la tentativa de HARSHA de conquistar el Decán. En el sur de la India triunfa el shivaísmo. Por la protección de HARSHA Vardana el budismo se impone al brahmanismo.

El emperador chino TAI TSUNG envía un embajador al rey hindú HARSHA Vardana.

Es asesinado HARSHA, emperador de la India, sin herederos. Su reino se dividirá, de manera que volverá a ser de inmediato un caótico mosaico de pequeños Estados. La crisis global se generalizará y el poder de los monarcas decaerá, las monedas escasearán y el comercio declinará, disminuyendo asimismo la seguridad. Después de HARSHA, hasta el siglo XIII, ningún otro gobernador del norte de la India volverá a intentar conquistar el sur. Durante estos seiscientos años que seguirán a la caída del imperio de HARSHA, la historia de la India será una sucesión de surgimientos y decadencias de reinos regionales y dinastías efímeras. Se librarán guerras regionales con frecuencia; no obstante, y debido a que los reinos principales serán equiparables a grandes rasgos en riqueza, población y fuerza y tácticas militares, se establecerá un equilibrio de poderes que impedirá la formación de estados suprarregionales. En ese periodo se vivirá un notorio resurgir del hinduismo, paralelo al declinar del budismo, en toda la India, con la excepción de Ceilán.