El 16 de septiembre de 1998, la banda terrorista ETA anuncia un «alto el fuego unilateral, total e indefinido» por primera vez por la organización terrorista en sus treinta años de existencia. ETA se muestra dispuesta a dejar las armas a cambio de un considerable aumento de la soberania de Euskadi. La tregua es el resultado de un acuerdo sellado por ETA con PNV y EA. No obstante, señala que la continuidad de esta tregua la marcarán «los acontecimientos y pasos que desde este momento se den». Cuatro días antes del anuncio, los partidos nacionalistas vascos (PNV, EA, EH (antes HB), IU y 19 organizaciones sociales y sindicales vascas habían firmado la Declaración de Lizarra, en la que se comprometían a emprender juntos el camino de lucha, con métodos pacíficos, por la «construcción nacional de Euskadi en las instituciones democráticas». Aunque en un primer momento el Gobierno de José María Aznar se mostró escéptico, el Ejecutivo mostró posteriormente su disposición a dialogar con representantes de la banda terrorista.

José María AZNAR responde en Lima al anuncio de tregua que ha ofrecido ETA, y pide hechos y no declaraciones, al tiempo que reclama lealtad a la Constitución y el Estatuto. Sin embargo, el gobierno del PP se manifiesta abierto a negociar.

En la fecha, AZNAR confirma desde la Moncloa la apertura de contactos con el entorno de ETA

Representantes del Gobierno español y de HB se reúnen por primera vez.

En enero de 1999, el PNV hace suya la apuesta de HB y ETA a favor de una Asamblea de Municipios Vascos. Dos meses después, la detención de Kantauri, jefe de los comandos ilegales de la banda, y de otros siete presuntos miembros de la organización, será calificada por HB como una «estrategia de guerra».

Ocho meses después de iniciada una tregua de ETA, tres enviados de José María AZNAR -el jefe de su gabinete, Javier Zarzalejos; el secretario de Estado para la Seguridad, Ricardo Martí Fluxá, y el sociólogo Pedro Arriola- se reunieron en Zurich (Suiza) con el dirigente de ETA Mikel Albizu Iriarte, Antza, y Belén González Peñalva, Carmen. En la reunión, que tuvo una duración de dos horas y treinta y cinco minutos, no se llegó a ningún acuerdo pues los enviados de Aznar se negaron a aceptar la autodeterminación y a discutir con la banda cuestiones políticas.

A finales de julio/1999, el Constitucional excarcela a los 22 dirigentes de la Mesa de HB.

A lo largo de la tregua, el Ministerio del Interior decide el acercamiento, escalonado, de más de un centenar de reclusos de la banda a prisiones del País Vasco. En el único encuentro celebrado no se produjo ningún acercamiento y el 26 de agosto de 1999, ETA señala en un comunicado que el diálogo se halla bloqueado y la comunicación con el Gobierno, rota ante «la falta de discreción del Ejecutivo y el uso electoral que hace del contacto mantenido».

En septiembre, un comando de ETA roba ocho toneladas de dinamita en una empresa de Bretaña.

Tan sólo dos meses después de que un comando robara ocho toneladas de dinamita, ETA, el 28 de noviembre de 1999, hace público un comunicado en el que anuncia la ruptura de la tregua y culpa al PNV y EA.