LUIS I, por su parte, hace todo lo posible para aprender a gobernar, ayudado por su Consejo presidido por el marqués de Miraval, pero en realidad son FELIPE V y, más propiamente, ISABEL de Farnesio quienes, desde su retiro de La Granja, siguen rigiendo los destinos de España.

Las grandes potencias se reúnen en el Congreso de Cambrai (Francia) para impedir una guerra de sucesión en Parma y Toscana.

El reinado de LUIS I de España dura sólo siete meses, pues LUIS, en la fecha, muere de viruelas. Esta prematura muerte ocasiona un perdurable dolor en el ánimo de su hermano FERNANDO quien siente un gran cariño por él.