REVOLUCIÓN FRANCESA (1788-1799)

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Nacen en Alsacia los departamentos del Alto Rin (capital Colmar) y del Bajo Rin (capital Estrasburgo).


Nacen en Alsacia los departamentos del Alto Rin (capital Colmar) y del Bajo Rin (capital Estrasburgo), y la frontera aduanera se desplaza de los Vosgos al Rin. De ahora, en adelante, toda Alsacia -con excepción de Mulhouse, que lo hará en 1798- se ha integrado en Francia, enlazando con ella su destino. El Alto Rin y el Bajo Rin son dos de los ochenta y tres departamentos originales creados, en la fecha, durante la Revolución francesa (en aplicación de la ley del 22 de diciembre de 1789). Sus límites, sin embargo, han sufrido diversas modificaciones a lo largo de la historia.

Esta pieza también aparece en ... LUIS XVI (Rey de Francia) (1774-1792)

Discurso de PÍO VI, en el que reprueba alguna de las medidas ya tomadas por la Asamblea Constituyente.


Discurso de PÍO VI, en la fecha, en el que reprueba alguna de las medidas ya tomadas por la Asamblea Constituyente. Los miembros de la Asamblea se enfurecen especialmente contra el clero después de este discurso y también por las noticias recibidas desde el Norte y Sur donde la justa insatisfacción de las conciencias Católicas ha provocado disturbios; particularmente la elección del Protestante Rabaut Saint-Etiene a la presidencia de la Asamblea Nacional ha generado conmoción en Toulouse y Nimes.

En las ciudades, el ambiente es de agresividad, fruto del hambre y de la carestía de los alimentos.


Los decretos del 4 de agosto, dan alas al campesinado produciéndose, entre abril y junio de este año, una serie de revueltas -“jacqueries”- en Qercy, Perigord y La Bretagne y una serie de agitaciones en todo el sudeste, sin otra respuesta por parte de las autoridades que decretos represivos y exigencias legales en los pleitos contra los señores, imposibles de cumplir. También en las ciudades, el ambiente es de agresividad y tensión, fruto de las mismas causas de hambre y carestía de los alimentos.

Esta pieza también aparece en ... LUIS XVI (Rey de Francia) (1774-1792)

La presión del nuevo régimen suscitan los mayores rencores entre los miembros de la aristocracia.


La presión del nuevo régimen sobre los propietarios de bienes raices, así como la abolición de los privilegios suscitan los mayores rencores entre los miembros de la aristocracia, que no acceden de buen grado a contemplar con impotencia el avance de la revolución. Es precisamente a raiz de la ruptura social provocada por el cisma religioso que el movimiento contra-revolucionario da explícitas señales de vida, atrayendo a su causa a masas ingentes de campesinos seguidores de los postulados contrarios al nuevo régimen, predicados por los sacerdores refractarios. Así, se procede a la movilización de contingentes armados y a la preparación de planes subversivos, cuyo objetivo inmediato es permitir la huida del rey y la consecución del apoyo de las potencias absolutistas.

La mayoría del clero de Francia se niega a prestar juramento a una Constitución impía.


En Francia, los líderes revolucionarios son anticristianos. Han leído las obras de Voltaire y de los demás «filósofos ilustrados», así que, enseguida, se apresuran a abolir el cristianismo e introducir el culto de «la diosa Razón». Una actriz, representando a «la diosa» es entronizada en el altar mayor de la Catedral de Nótre-Dame… A pesar de todo, la Revolución no consigue su propósito, pues la mayoría del clero de Francia se niega a prestar juramento a una Constitución impía. Y, naturalmente, se desata la persecución sobre los no juramentados (refractarios). Miles de sacerdotes son encarcelados y desterrados. En un solo día, tres obispos y doscientos sacerdotes son asesinados en París… El paso siguiente será organizar una «Iglesia Constitucional», sometida a un gobierno ateo. La división entre Constitucionales y Refractarios -los que se han negado al juramento- se transmite a la misma población entre los seguidores de unos u otros.

Es aprobada por la Asamblea francesa, la Constitución Civil del Clero.


Es aprobada por la Asamblea francesa, la Constitución Civil del Clero. Comprende cuatro títulos: 1) Oficinas Eclesiásticas: Los límites diocesanos deben coincidir con los de los departamentos, por lo que se deben suprimir 57 sedes episcopales. El título de arzobispo es abolido. 2) Nombramientos al Beneficio: Los obispos deben ser designados por la Asamblea Electoral del departamento; deben ser investidos y consagrados por el metropolitano y prestar juramento de fidelidad a la nación, al Rey, a la Ley, y a la Constitución; no deben pedir ninguna confirmación al papa. Los párrocos deben ser electos por las asambleas electorales de los distritos. Por lo tanto todos los ciudadanos, aún protestantes, judíos, y católicos nominales, pueden nombrar titulares de las oficinas eclesiásticas, y la primera obligación de los sacerdotes y obispos es prestar juramente de fidelidad a la Constitución que niega a la Santa Sede cualquier poder efectivo sobre la Iglesia. 3) Salario de los ministros de la Religión: Para el bajo clero esto fue una mejora de su condición material, especialmente debido a que el valor real de estas sumas eran dos y una vez y media la suma que recibían en el momento y 4) Residencia: se establecen condiciones muy severas relativas a las ausencias de los obispos y pastores.

El Papa PÍO VI expresa su alarma a LUIS XVI y le urge a que no firme la Constitución Civil del Clero.


En la Fiesta de la Federación Nacional, los trescientos pastores que ofician en el altar de la nación usan la faja tricolor sobre sus vestimentas pastorales y ruegan por la bendición de Dios sobre la Revolución. Están presentes representantes de las ciudades de Francia, y es inaugurado una especie de culto, el de la tierra Patria, el origen remoto de todos los “cultos Revolucionarios”. El Papa PÍO VI expresa su alarma a LUIS XVI y le urge a que no firme la Constitución Civil del Clero. Unos días más tarde, LUIS XVI le indica que si se niega su vida y la vida de su familia podría quedar en peligro.

El Rey de Francia promete fidelidad a la Constitución que apruebe la Asamblea.


Fiesta de la Federación Nacional en el “Champ de Mars”. LA FAYETTE pronuncia el juramento “que une a los franceses entre sí y a los franceses con su rey, para defender la libertad, la constitución y la ley”. Esta fiesta muestra la imagen de un posible compromiso y estabilización de la revolución por parte de la nueva clase política que no se logrará. La asistencia de burgueses, aristócratas y gente del pueblo, participando vivamente en un juramento federativo, el día en que se celebra el aniversario de la toma de la Bastilla, expresa la permanencia de la unidad nacional que ha surgido un año antes. No obstante, el fracaso de la Asamblea Constituyente en su búsqueda de un compromiso es total, debido fundamentalmente, a la disociación de intereses entre los representantes de la nación y gran parte de las capas sociales. También el Rey promete fidelidad a la Constitución que apruebe la Asamblea.