Las tensiones y posturas en torno a las relaciones franco-aragonesas, la decisión de otorgar la amistad a uno u otro bando, lleva al ascenso fulgurante de LOPE DÍAZ de Haro, señor de Vizcaya, que se convierte en privado del rey, haciéndose con todo su poder. (LOPE DÍAZ de Haro estaba casado con JUANA de Molina, hermana de la reina MARÍA de Molina).

Tras una serie de incidentes en torno a LOPE DÍAZ de Haro, a principios de 1288, SANCHO IV de Castilla reune las Cortes en Alfaro (Logroño) y plantea la disyuntiva de inclinarse por la amistad francesa o la aragonesa. LÓPEZ DÍAZ de Haro y el infante JUAN (hermano de SANCHO IV, que es yerno suyo), son acérrimos partidarios de la amistad aragonesa. Pero el resto, siguiendo la opinión de la reina, se muestra partidario de un acercamiento a Francia. El señor de Vizcaya y el infante JUAN, abandonan la Curia dispuestos a acudir a las armas y, de hecho, llegan a producirse algunas escaramuzas.

En tres ocasiones, el rey SANCHO IV llama a su valido para intentar solucionar el enfrentamiento. En la tercera, celebrada en Alfaro, el rey, ante la intransigencia de LOPE DÍAZ de Haro, y del infante JUAN, les indica que se den por presos. El señor de Vizcaya responde desenvainando un puñal y el rey y su guardia, ante aquel gesto, le dan muerte. Sólo la llegada apresurada de la reina, MARÍA de Molina, evita que muera también el infante JUAN (hermano de SANCHO IV) y que su esposo se convierta en fratricida. JUAN huye a Portugal. LOPE DÍAZ de Haro muere sin dejar hijos varones.