GALINDO II AZNÁREZ es el nuevo conde aragonés (893-922) que sucede a su padre AZNAR II GALÍNDEZ. El condado de Aragón son apenas unos kilómetros cuadrados que comprenden los valles de Echo y Ansó. Los aragoneses son muy pocos y están rodeados de señores muy poderosos. Por el sur los ricos y desarrollados musulmanes del califato, dispuestos a engullir a los pequeños Estados del norte en cuanto un general audaz se lo proponga; por el norte los francos, en plena decadencia tras la desmembración del imperio Carolingio, descompuestos en centenares de miniestados feudales, enfrascados en luchas intestinas pero siempre peligrosos adversarios; por el este los territorios de Sobrarbe, en poder musulmán, y Ribagorza, que a duras penas logra mantener su identidad en torno a señores territoriales que se proclaman condes; y al fin, al oeste, el emergente reino de Pamplona, cuyos ambiciosos monarcas aspiran a crear un gran reino desde las costas del Cantábrico hasta los Pirineos, y en cuyo camino se interpone el minúsculo condado de Aragón.
GALINDO II AZNÁREZ es el nuevo conde aragonés (893-924) que sucede a su padre AZNAR II GALÍNDEZ.
Esta pieza también aparece en ... CONDADO DE ARAGÓN-SOBRARBE (809-970)