La falta de garantías democráticas y de libertad de expresión, juntamente con la propaganda del régimen, consiguen que mucha gente perciba la operación como un intento heroico de salvar la empresa y arrancarla de las zarpas de los extranjeros que se quieren enriqucer a costa suya. Pero quienes se enriquece de verdad son Joan March, que durante muchos años será presidente de Fecsa, y la gran banca española de la época: el Central, el Pastor, el Santander y Urquijo, que se sentaron en su Consejo de administración durante mucho tiempo sin haber arriesgado ni un duro en la compra de la empresa.
Esta pieza también aparece en ... FRANCO Y FRANQUISMO EN ESPAÑA (1936-1975)