Las conferencias franco-vietnamitas de Dalat y Fontainebleau están abocadas a un callejón sin salida. D’Argenlieu, además, hipoteca su desarrollo al organizar una conferencia paralela con Cochinchina, Camboya y Laos, a fin de relativizar la importancia de Vietnam.

Saigón ve con alarma que Vo Nguyen Giap, número dos de la RDVN, constituye un ejército y adquiere armas a China. Desde septiembre de 1946, los franceses vigilan las aduanas vietnamitas en aplicación de los acuerdos sobre la estructura federal del país.

Sin embargo, el 14 de septiembre de 1946, Ho Chi Minh firma un modus vivendí con el Gobierno galo, confirmando el acuerdo del 6 de marzo. Por este pacto, la RDVN acepta la Federación Indochina y la Unión Francesa -aunque estén por definir- y el alto el fuego en Indochina, donde habrá libertades democráticas y un próximo referéndum.

Entre el 20 y el 22 de noviembre, tienen lugar diversos incidentes aduaneros en el puerto de Haiphong en Vietnam del Norte.

Todos los acuerdos suscritos no pueden impedir la demostración de fuerza del ejército colonial que muchos franceses desean. En efecto, el 24 de noviembre, como respuesta a los incidentes de Haiphong (Vietnam del Norte) del pasado día 20, los buques franceses bombardean la ciudad (6.000 muertos). La tensión llega a Hanoi.

El 19 de diciembre de 1946, los vietnamitas se sublevan en las ciudades de Tonkin produciendo una verdadera masacre entre los franceses.

El 20 de diciembre, replican los franceses. Expulsado de Hanoi el Gobierno Viet Minh y sin acceso a la opinión mundial -con lo que se le puede culpar de los incidentes-, D’Argenlieu deduce que es imposible negociar con él. Excluido Ho Chi Minh por agresor, resulta viable la Federación Indochina. El Ejército francés, de 75.000 hombres, parece capaz de golpear donde se le indique. Controla las grandes ciudades de Annam y Tonkin y las principales vías de acceso a China. Grande es el reto de combatir a los comunistas en Vietnam, frontera de una China en guerra civil. Mas también hay que buscar interlocutor para aplicar a Annam y Tonkin la declaración de marzo. D’Argenlieu sugiere el nombre de Bao-Dai, ex emperador de Annam a quien se le concede una independencia muy limitada y el título de Jefe de Estado del Vietnam.

D’Argenlieu sabe que un Viet Minh sin enfrentamientos ni deserciones es un poderoso rival. Por ello, plantea vietnamizar el conflicto, atraerse a los enemigos vietnamitas del Viet Minh para luchar contra los comunistas, lo que conducirá a la guerra civil. Londres y Washington se extrañan de que los franceses, que tan bien han empezado en marzo de 1946, se metan en un conflicto colonial mientras se negocia en Birmania, India e Indonesía. La opinión pública francesa también se inquieta. Por más que repudia el ataque traidor del Viet Minh, no está preparada para un suceso semejante en plena campaña electoral y con convulsiones internas.

Los franceses controlan las ciudades y las vías de comunicación, mientras que el Viet-minh domina las zonas rurales. El Vietminh no sólo lleva a cabo una guerra de liberación contra el poder colonial francés, sino también una guerra civil contra los grandes propietarios, asegurándose así el respaldo de la población humilde del campo.

Francia, que ha reemplazado a D’Argelieu por un civil, Bollaert, opta por negociar con las diversas familias ideológicas de Vietnam -incluyendo al Viet Minh- que pueden formar un Gobierno de coalición. Al cabo de unos meses se desestimará esta coalición, ya que acabará bajo el dominio de los comunistas.