James Byron Dean nace el 8 de febrero de 1931 en Marion, pequeña ciudad industrial del estado de Indiana. Dean tiene una infancia problemática que fomenta su carácter huraño y rebelde. Es hijo de un técnico dental adscrito a la religión cuáquera y de una descendiente de granjeros, rigurosamente metodistas, que morirá a los 29 años por un cáncer pulmonar, cuando James sólo tiene 9 años. Su padre, tras un rapidísimo duelo, se casa de nuevo, tras lo cual deja (o abandona) a su hijo en manos de una tía, hermana de la madre. Frágil, silencioso, de corta estatura (la cámara siempre engaña) y miope, el pequeño y desamparado James alterna las labores de granjero adolescente con la asistencia a la escuela pública, donde sus compañeros se burlan del «huérfano». De ahí nacen su rebeldía y su desenfrenada obsesión por llegar a ser como «los demás». Esto le lleva -pese a que debe usar gafas- a la práctica de deportes nada livianos. Su instintivo desafío a los peligros de un destino mortal que él mismo busca nace sin duda prematuramente. A Dean le encantan las motos, la velocidad y los bólidos que conduce en carreras de competición, que le permiten cabalgar desesperadamente a lomos de una muerte anunciada.
JAMES DEAN (Actor)
Total de piezas: 5
Dean despunta en Broadway interpretando en la obra de Jean Genet «El inmoralista» a un árabe homosexual.
En 1953, Dean despunta en Broadway interpretando en la obra de Jean Genet «El inmoralista» a un árabe homosexual. En Hollywood, aparece en varios papeles secundarios. Posteriormente, Dean consigue hacerse alumno de Elia kazan en Actors Studio convirtiéndose en el actor ideal para Kazan. Su físico y su estilo combinan perfectamente la dolorosa vulnerabilidad de Montgomery Clift y la dureza de Marlon Brando. Dean supone, efectivamente una mezcla explosiva.
Elia Kazan dirige en 1954, Al este del Edén, la primera de las tres películas que forjarán el mito de James Dean.
En la mirada miope de Dean, su desmañada figura y sus infiernos interiores anida una estrella que entonces es poco menos que un animal salvaje. Elia Kazan le encumbra en 1954, en «Al este del Edén», la primera de las tres películas que forjarán el mito. Pero es que Dean es como Cal, el protagonista de la película, tiene la misma amargura, el mismo problema con su padre y la misma desconfianza para con todos. Inmediatamente después de «Al este del Edén», Dean rueda «Rebelde sin causa» dirigida por Nicholas Ray. Después viene Gigante. La condición de James Dean como icono gay se verá incrementada por biografías y declaraciones posteriores de amigos e hipotéticos amantes. Parece, sin embargo, que su único idilio fue el que sosuvo con Pier Angeli, infortunada actriz que, en pleno declive personal y artístico se suicidará en 1971.
A mediados de septiembre de 1955, James Dean rueda un anuncio televisivo patrocinado por el Consejo Nacional de Seguridad Viaria.
A mediados de septiembre de 1955, James Dean rueda un anuncio televisivo patrocinado por el Consejo Nacional de Seguridad Viaria. El actor Gig Young, en funciones de entrevistador, le hace varias preguntas, y Dean, según el guión escrito, recomienda prudencia a los jóvenes, advirtiéndoles del riesgo que representa rebasar la velocidad autorizada para circular en las carreteras norteamericanas…
El flmante Porsche de James Dean, a 170 km por hora, se estrella contra otro vehículo.
El 30 de septiembre de 1955, el flamante Porsche 550 Spyder plateado, conducido por el actor James Dean, a 170 km por hora, se estrella contra otro vehículo. Dean viajaba para competir en una carrera automovilística que se celebraba en Salinas (California). Dean se murió en el momento oportuno, dirá Humphrey Bogart, que fallecerá devorado por el cáncer apenas dos años más tarde, dejó tras de sí una leyenda. Si hubiera vivido, nunca hubiese sido capaz de vivir con arreglo a su publicidad. James Dean se convertirá en un mito que perdurará en la historia del cine y en el imaginario colectivo.