Hassan Al Banna funda en Egipto la Hermandad Musulmana, inspiradora de la ideología islamista, como reacción a Occidente y a Mustafá Kemal, Atatürk (padre de los turcos), que ha optado por la occidentalización.

En 1939, el grupo islamista Hermandad Musulmana, se transforma en partido político.

La Hermandad Musulmana es ilegalizada en Egipto después de atentar contra el presidente Gamal Abdel Nasser, nacionalista y laico. Centenares de militantes huyen a Arabia saudí, donde tendrán una gran influencia.

Sayyud Qutb, líder e ideólogo de la Hermandad Musulmana, es encarcelado y ahorcado en Egipto. Ha tenido un papel esencial, como el pakistaní Mawdudi y el iraní Jomeiny, en el resurgir del islamismo.

Centenares de militantes de la Hermandad Musulmana son puestos en libertad en Egipto tras la muerte de Nasser. Anuar el Sadat promete adoptar la charia, la ley islámica. El grupo comienza a moverse hacia la no violencia, lo que provoca la escisión de Al Gamaa al Islamiya.

La organización Hermandad Musulmana es tolerada por el gobierno egipcio como grupo religioso.

Una rama de la Hermandad Musulmana, cuya actividad en Palestina se remonta a los años cuarenta, refunda en Gaza el grupo Hamas, cuyo primer jefe será el jeque Ahmed Yassin.

Las elecciones legislativas egipcias, que el régimen de Hosni Mubarak, fiel aliado de EEUU., quería presentar como una muestra de democratización, concluyen con ocho muertos, alrededor de 1.400 islamistas detenidos, innumerables incidentes violentos en torno a los colegios en los que habían sido instaladas las urnas, y toda suerte de fraudes e irregularidades. Pero, pese a la violencia y las amenazas, la Hermandad Musulmana ya ha conseguido 88 escaños en un Parlamento formado por 454 diputados, alcanzando la mayor fuerza jamás obtenida desde su fundación en 1928 por Hassan El Banna. El oficialista Partido Democrático Nacional ha obtenido 388 escaños.

Hamas -que proviene de una rama de la Hermandad musulmana- ha conseguido la mayoría absoluta en el Parlamento de la Autoridad Nacional Palestina. En efecto, en las elecciones celebradas en esta fecha, ha logrado 76 de 132 escaños con la consiguiente formación de un gobierno encabezado por Ismail Haniye, que desatarán las furias de la discordia. No cabe en principio cohabitación entre un presidente de la ANP miembro de Al Fatah, predispuesto a negociar con Israel, por una parte, y, por otra, un gobierno de Hamas que al no reconocer la existencia de Israel, implícitamente rechaza los acuerdos que hicieron posible la creación misma de la ANP y, por tanto, de su propio gobierno. Lo cual le impide ser reconocido por Israel e internacionalmente. La dificultad de conciliar posiciones tan opuestas se incrementará porque Al Fatah no se resignará a haber perdido el poder ni aceptará las ofertas más o menos sinceras de Haniye para que entre en el Gobierno. Y este rechazo se traducirá en actos de violencia y choques armados entre las milicias de Al Fatah y Hamas.

Israel, bloquea la transferencia de impuestos y tasas que recauda para la ANP