También se crearon en Madrid una serie de periódicos. Las tertulias y cenáculos literarios tuvieron un papel destacado localizados en fondas y botillerías como la formada en la Fonda de San Sebastián, próxima a la iglesia de su nombre, tertulia encabezada por Nicolás Fernández de Moratín. El teatro, bajo la influencia de Italia, se representaba ya en salas cubiertas o coliseos y acusaba los criterios ilustrados reflejando las costumbres y la educación moral de la época. Las obras representadas se sometían a las rígidas reglas de unas únicas unidades de acción, tiempo y lugar. Los bailes de máscaras se hicieron muy populares alcanzando a mitad de siglo su mayor esplendor. Se creó una nueva plaza de toros y un teatro, el de los Caños del Peral y se renovó el teatro de la Cruz.

Se crea en Madrid la Academia de las Bellas Artes de San Fernando.

Tras ser aceptada su publicación por el Consejo de Castilla, el día 1 de mayo del año 1758 comienza en Madrid la andadura del primer periódico español. Se titula «Diario curioso, erudito y comercial, público y económico» y sus fundadores son Francisco María Nipho y Juan Antonio Lozano.

El 13 de julio CARLOS II hace su entrada triunfal en Madrid como nuevo rey que sucede a Fernando VI. El 15 se celebran Cortes en Madrid, con asistencia de castellanos, catalanes, aragoneses y valencianos y cuatro días después -en la fecha- jura el rey CARLOS III, según costumbre, siendo reconocido como príncipe de Asturias su hijo CARLOS (Carlos IV). El «Memorial de Greuges» (Memorial de agravios) es presentado al rey CARLOS III por los representantes de los antiguos territorios de la Corona de Aragón aprovechando su coronación. Los delegados critican los efectos negativos de la aplicación de los Decretos de Nueva Planta y proponen pequeñas reformas.

CARLOS III, rey de España, da instrucciones a Sabatini para el «alcantarillado, empedrado y limpieza» de la capital, Madrid.

El 30 de septiembre de 1763, el MARQUÉS de Esquilache, secretario de Hacienda desde 1759 y uno de los ministros más influyentes de la corte de CARLOS III, impulsa desde el gobierno de Madrid la creación de la Lotería Real. El nuevo juego de apuestas se denomina «la beneficiata», ya que, en un principio, su recaudación se dedica a beneficencia. La Lotería Real es también denominada lotería de los números. El 10 de diciembre de 1763 se celebrará el primer sorteo, sólo para Madrid, en las oficinas de la Plaza de San Ildefonso. Era muy similar a la actual Lotería Primitiva y consistía en la extracción de cinco números de los noventa posibles. La primera combinación de la historia fueron los números 18 – 34 – 51 – 80 – 81. Posteriormente se denominará «Lotería Primitiva» para diferenciarla de la instaurada por la Cortes de Cádiz en 1811. Esta Lotería será sustituida en 1862 por la de los billetes y que recientemente reaparecerá el 17 de octubre de 1985 como «bono loto».

El Rey de España, CARLOS III, establece su residencia en el Palacio Real (Plaza de Oriente). Las obras de restauración tres el incendio duraron de 1738 a 1755.

Por diversas cuestiones económicas y familiares, llega a Madrid Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais con 32 años y mucha ambición. Se divirtió, ejerció a placer sus intrigas, ganó y perdió una amante y fracasaron sus negocios. Amenazado de dar con sus huesos en la cárcel, salió de Madrid el 22 de marzo de 1765, gracias a la protección del embajador francés. Descubrió España y el caldo de cultivo donde se desarrollaron sus inmortales conedias El Barbero de Sevilla y Las Bodas de Fígaro estrenadas en París en 1775 y 1784 respectivamente. Esta obras fueron inmortalizadas poco después por la música de Rossini y Mozart

El motín de marzo de 1766 se produjo contra el ministro de Carlos III, el italiano marqués de Esquilache, en protesta por la orden de eliminar las largas capas y amplios sombreros gachos usados por el pueblo de Madrid, para sustituirlos por el redingote y el tricornio. Fue el primer episodio de masas de la historia moderna que escondía otra causa de mayor hondura, la subida del precio de los alimentos de primera necesidad provocada por una asoladora sequía. A consecuencia de estos hechos se crearon los alcaldes de barrio para controlar el orden público.

El hecho conocido como Motín de Esquilache, se inicia en Madrid, el 23 de marzo de 1766 (continuará haste el día 26). El levantamiento comienza concretamente por un altercado entre unos embozados y unos soldados en la plaza de Antón Martín. Inmediatamente se forman grupos de alborotadores. Un colectivo numeroso se dirige hacia la residencia de Esquilache, la Casa de las Siete Chimeneas, y la saquea. El ministro se salva del ataque por hallarse ausente. Otros la emprenden a pedradas contra los nuevos faroles de Sabattini, instalados en las calles para mejorar la iluminación nocturna y la seguridad pública. Una gran parte de los amotinados se congrega frente al nuevo Palacio Real, solicitando hacer presentes al Rey sus quejas y peticiones. El duque de Arcos, jefe de la Guardia de Corps, promete que el Monarca les escuchará y consigue que se disperse la multitud.