Nacen en Francia numerosos clubs femeninos republicanos, que representan las primeras manifestaciones audaces de la idea feminista que se está consolidando como “movimiento”. Exigen que el trilema libertad, igualdad y fraternidad se aplique sin distinción de sexos. Así, OLYMPE de GOUGES sigue la iniciativa de FELICITÉ de KÉRALIO con “Declaración des droits des femmes”, en la que se exigen todos los derechos civiles y polìticos y se reafirman los motivos ideales que fundamentan esta reivindicación. Esta obra esta considerada pionera en el ideario feminista.

El 5 de Febrero de 1791, la Asamblea Constituyente francesa prohibe a cada sacerdote no juramentado predicar en público. En Marzo tienen lugar las elecciones para cubrir las sedes episcopales y parroquias vacantes. El desorden crece en la Iglesia de Francia; son candidatos sacerdotes jóvenes y ambiciosos, mejor conocidos por política que por su celo religioso.

A principios de 1791, la Asamblea considera introducir una legislación contra los franceses que han emigrado durante la Revolución («émigrés»). Se pretende coartar la libertad de salir del país. Mirabeau se opone rotundamente a esto. Sin embargo, el 2 de abril de 1791, Mirabeau fallece, y la Asamblea adopta esta draconiana medida. Tras su fallecimiento, la Revolución francesa toma un sesgo cada vez más violento. Mirabeau será enterrado en el Panteón, pero dos años más tarde sus restos serán destinados a la fosa común al saberse de sus manejos secretos antirrevolucionarios.

En esta coyuntura, viendo a la Iglesia Constitucional establecida contra la Iglesia legítima, PÍO VI, el 13 de Abril de 1791, emite una condena solemne de la Constitución Civil en una solemne Carta al clero y al pueblo. En ella se condena a los sacerdotes que hayan jurado -“juramentados”- fidelidad a la legalidad revolucionaria en Francia.

El 2 de Mayo de 1791, la anexión del Condado Venesino y de la ciudad de Aviñón -que pertenecen a los Estados Pontificios pero son un enclave en tierra francesa- por parte de las tropas francesas marca la ruptura de las relaciones diplomáticas entre Francia y la Santa Sede. Desde este momento, se retira el embajador de Francia en Roma y lo mismo hace el nuncio en París. PÍO VI insta a la resistencia de los Católicos. Las Misas celebradas por los sacerdotes no juramentados atraen multitudes de fieles. La muchedumbre se junta para golpear e insultar a monjas y otras mujeres piadosas. Aviñón deja de estar bajo el control de la Iglesia y queda anexionada a Francia. (De 1309 a 1377 ha sido residencia de los papas, y después fue administrada por gobernadores nombrados en Roma.

Finalmente, el 9 de Junio de 1791, la Asamblea prohíbe la publicación de Bulas o Decretos de la Corte de Roma, al menos hasta que hayan sido sometidos al cuerpo legislativo y su publicación autorizada. Por tanto la Francia Revolucionaria no solamente rompe con Roma, sino que desea establecer una barrera entre Roma y los Católicos de Francia.

Se aprueba la ley “Le Chapelier”, que regula la libertad de trabajo y prohibe a los obreros asociarse para la defensa de sus intereses.

Durante la noche del 20 al 21/6, la familia real (disfrazada) escapa de las Tullerías, con intención de abandonar el país. Al no encontrar el destacamento de caballería que debería escoltarles, deciden proseguir el viaje solos. Reconocidos fortuitamente, en Pont de Somme Vesle, por Jean-Baptiste Drouet quien al cambiar los caballos en la posta y recibir el pago por su trabajo, reconoce en la efigie del rey grabada en una moneda de cincuenta francos, comunmente llamada un luis, a uno de los ocupantes del coche que tiene delante. Da la alarma y el rey es detenido en Varennes ante la posada del Brazo de Oro.

Se ha de esperar hasta el 13 de julio para que la asamblea de París, ante la grave situación creada por la detención del rey, adopte la tesis del rapto del rey por instigación de Bouillé, el general que había organizado la escolta regia a partir de las Ardenas. Este último se presta al juego, publica un manifiesto en este sentido y emigra. Las sociedades populares, sobre todo los miembros del club de los Cordeliers, se agitan a favor de la proclamación de la república.

Una manifestación pacífica en el Campo de Marte, con participación de todos los sectores del pueblo parisino, en petición de cambios en el gobierno, es violentamente reprimida por más de 10.000 guardias nacionales. La intransigencia de los sectores más moderados de la burguesía en el poder hacia las reivindicaciones sociales impide el consenso social que la Constituyente había proclamado, dejando en evidencia las posturas de los políticos como LA FAYETTE, tan carismáticos tiempo atrás. Estos hechos marcarán además, el distanciamiento y ruptuta de las facciones burguesas de talante más democrático repecto a las más conservadoras.