ESCOCIA (843-1603)

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Aparece en Gran Bretaña el primer sello de correos del mundo.


En la fecha, se pone en circulación en Gran Bretaña el primer sello de correos del mundo, por lo que se considera la fecha fundacional del moderno sistema postal. El efecto postal, grabado extraordinario debido al artista Frederick Heath, sobre boceto original del profesor Rowland Hill, ostenta el perfil de la reina Victoria a sus dieciocho años, siendo su valor de un penique, en color negro, que junto con el de dos peniques azul, conforman la primera emisión oficial de efectos postales de la historia de la humanidad. Rowland Hill introduce importantes reformas en el correo. Por ejemplo, sugiere que el franqueo debe ser independiente de la distancia, a fin de reducir el tiempo, el trabajo y el gasto que supone calcular dicha distancia. Finalmente, las cartas debe pagarlas el remitente y no el destinatario, pues el primero es usualmente el más interesado en establecer la comunicación postal. El desmedido interés del pueblo británico hace que el primer día se vendan 60.000 sellos triplicándose en tan sólo una semana el volumen de correspondencia. En los 101 sellos distintos que se emitirán en los 64 años de su reinado en todos ellos aparecerá la efigie de la reina Victoria… a sus dieciocho años.

El príncipe ALBERTO, su marido, será el más cercano asesor de la reina VICTORIA.


Ahora que ha encontrado un compañero ideal, no sólo en el aspecto familiar sino también en el político -pues el príncipe ALBERTO será su más cercano asesor- VICTORIA comienza a alejarse tanto de Lord Melbourne como de sus damas de cámara Whig. Así, cuando Lord Melbourne pierda las elecciones de 1841, saliendo victoriosos los Tories bajo el liderazgo de Roberto Peel, no se repetirá otra Crisis de las Damas de Cámara. VICTORIA continuará manteniendo correspondencia con Lord Melbourne, aunque su papel como asesor real pase al Príncipe-Consorte.

Nace Alberto Eduardo, hijo de ALBERTO y VICTORIA de Gran Bretaña e Irlanda. Futuro EDUARDO VII.


Nace Alberto Eduardo, hijo de ALBERTO y VICTORIA de Gran Bretaña e Irlanda. Futuro EDUARDO VII. Durante toda su vida será llamado Bertie. Como hijo mayor de un soberano británico, adquiere de forma automática los títulos de Duque de Cornualles, Duque de Rothesay, Conde de Carrick, Baron de Renfrew, Señor de las Islas y Príncipe y Gran Senescal de Escocia. Como hijo del Príncipe Alberto también tiene los títulos de Príncipe de Sajonia-Coburgo-Gotha y Duque de Sajonia. Posteriormente, recibirá el título de príncipe de Gales, Conde de Chester y Conde de Dublín.

China, por el tratado de Nanking, accede a comerciar con Gran Bretaña según las condiciones de ésta.


China, por otro lado, por el tratado de Nanking, accede a comerciar con Gran Bretaña según las condiciones de ésta, así como a pagar una indemnización equivalente a veinte millones de dólares. Desde entonces, amparándose en la bandera británica, los cargamentos de opio llegan a Hong Kong sin causar a los traficantes las zozobras de antaño. La población de seis mil chinos que habita Hong Kong en 1842 se triplica en poco tiempo, y numerosos ingleses y escoceses rechazados en los círculos victorianos de Londres se establecen en la nueva colonia intentando emular el opulento estilo de vida de la India. Por el tratado de Nanking, los súbditos británicos no están sometidos a la legislación china, bastante cruel, por cierto.

En Clontarf, se esperan un millón de manifestantes, y Wellington, comandante británico, prohibe el mitin.


Para llevar a cabo sus proyectos, O’Connel reúne asambleas multitudinarias, a las que acuden decenas de miles de irlandeses, que ven en la anulación del Acta de Unión el remedio para sus miserias y frustraciones. El Domingo 8 de Octubre de 1843, en Clontarf, se esperan un millón de manifestantes, y Wellington, comandante británico, asustado, prohibe el mitin. O’Connel, ante esta reacción, y sabiendo que los ocupantes no vacilarán en disparar, lanza un llamamiento suspendiendo la manifestación. Esta actitud no es comprendida, y el famoso combatiente morirá cuatro años más tarde, despreciado por la mayor parte de quienes le habían seguido.

Irlanda es golpeada por la devastación de los cultivos de patata. En cuatro años un millón de muertos.


Su amor por la isla es correspondido por el inicial afecto irlandés hacia la joven reina. En 1845, Irlanda es golpeada por la devastación de los cultivos de patata; en cuatro años, esta plaga cuesta las vidas de un millón de irlandeses y la emigración de otro millón. En respuesta a la llamada Hambre de la Patata Irlandesa (An Gorta Mor), la reina -que está enamorada de Irlanda- dona personalmente £5000 y se implica en varias obras de caridad. Pero la actuación de algunos de sus ministros daña la popularidad de la reina. Los republicanos extremistas llaman a VICTORIA la «Reina del Hambre. Los británicos dejan que la naturaleza obre. En parte se debe a la insensibilidad de los tiempos, pues tales calamidades se atribuyen a la voluntad de Dios, y los hombres piadosos se encogen de hombros y siguen su camino. Y en parte la explicación hay que buscarla en el hecho de que, al no existir la televisión, el espectáculo de la miseria ajena no penetraba en los salones de las personas de posición desahogada. Aun así, a algunos británicos les producía incomodidad la convicción de que las leyes de los cereales, que mantenían el precio de los alimentos artificialmente elevados, resultaban insultantes en tiempos de hambruna.

En Gran Bretaña es nombrado ministro de Asuntos Exteriores Lord Palmerston del Gabinete liberal.


En Gran Bretaña es nombrado ministro de Asuntos Exteriores Lord Palmerston del gabinete liberal que asume el poder en la fecha. La reina VICTORIA I que se ha convertido en una ardiente defensora del Partido Conservador y que ha cuestionado el papel meramente consultivo del monarca choca frontalmente con el ministro Palmerston. La popularidad de la reina quedará por un tiempo erosionada. A pesar de sus intentos por destituir a Palmerston, todo es inútil. No será hasta 1851 que quitarán a Lord Palmerston de su cargo; él tenía en esa ocasión anunciada la aprobación del gobierno británico para el golpe de estado del Presidente Luis-Napoleón Bonaparte en Francia sin haber consultado previamente al Primer Ministro.