En Hungría, una dirección colegiada, formada por reformadores, se pone a la cabeza del país. A mediados de los anos 1980 se hizo evidente a nivel mundial la crisis del sistema económico llamado socialista. La fermentación social e intelectual fue especialmente fuerte en Hungría, relativamente abierta hacia el Occidente. Por ello, cuando en 1989 los acontecimientos ocurridos en la política mundial permitieron que Hungría recobrase su independencia, la sociedad húngara llegó preparada a las transformaciones y llevó a cabo por la vía pacífica el cambio de su sistema político.

En Hungría, en 1989, la dirección del partido comunista proporciona un entierro de héroe a Imre Nagy, suaviza las restricciones a la emigración, revisa la Constitución para dotar al país de un sistema multipartidista democrático y cambia la denominación oficial del Estado, que se convierte en República de Hungría. Así, el partido comunista es disuelto en octubre de 1989, reconstituyéndose como Partido Socialista Húngaro. Los distintos grupos de la sociedad, que vienen luchando por los cambios y organizando manifestaciones masivas, se convierten en partidos políticos. El 23 de octubre de 1989 (aniversario de la revolución de 1956) se proclama la República de Hungría, lo que expresa de manera simbólica la esencia del cambio de sistema: que el país recupera su soberanía, que reemplaza la gestión económica centralmente planificada por la economía de mercado y el régimen de la dictadura del estado-partido por la democracia pluripartidista.

En marzo y abril de 1990, una coalición de partidos de centro derecha obtiene en Hungría una mayoría parlamentaria en las primeras elecciones legislativas libres celebradas en 45 años. Después de un referéndum para establecer elecciones presidenciales directas, fracasado a causa de la baja participación, la Asamblea Nacional elige a Arpad Göncz, dirigente de la Alianza de Demócratas Libres, como jefe de Estado, y a József Antall, líder del Foro Democrático Húngaro, como jefe de gobierno.

Hungría, en 1990, se convierte en el primer país del bloque del Este en incorporarse al Consejo de Europa.

En junio de 1991 culmina la retirada total de las tropas soviéticas estacionadas en Hungría -han controlado Hungría durante 46 años-. El gobierno -a lo largo de 1991 y 1992- firma acuerdos de cooperación con Polonia, la República Checa y Eslovaquia, Rusia y Ucrania. Las relaciones con Rumania y Eslovaquia se hacen tensas a causa del tratamiento de las minorías húngaras en aquellos países, en especial los 1,7 millones que hay en Rumania, sobre todo en la región de Transilvania. A mediados de 1992, habrán llegado a Hungría unos 100.000 refugiados que huirán de la guerra de la antigua Yugoslavia, y el gobierno hará un llamamiento de ayuda a los países europeos occidentales.

En Hungría, fallece en 1993 el Jefe de Gobierno Antall.

En abril de 1994, Hungría solicita su ingreso para ser miembro de la Unión Europea (UE).

En las elecciones parlamentarias celebradas en mayo de ese mismo año, el Partido Socialista Húngaro obtiene el 72% de los escaños parlamentarios, por lo que su dirigente, Gyula Horn, es elegido primer ministro cuando el nuevo Parlamento se reune en julio. Introducirá rigurosos recortes presupuestarios para intentar reducir la elevada deuda exterior, valorada en 28.000 millones de dólares.

El Gobierno húngaro rinde homenaje a Ángel Sanz Briz, el diplomático español que salvó la vida a cientos de judíos durante la ocupación nazi de Budapest. El presidente de Hungría, Arpád Göncz, en presencia del ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, entrega el 16 de octubre de 1994 la Cruz Media de la Orden del Mérito de la República de Hungría a Adela Quijano, viuda de Sanz Briz, quien ha fallecido en 1980 en Roma, y ha resaltado la valentía y el “profundo humanismo de un español que dio ejemplo de misericordia.

En junio de 1995 es reelegido presidente de la República de Hungría Árpád Göncz, de la Alianza de los Demócratas Libres.