Mientras los líderes de la derecha israelí exigen la celebración de las elecciones lo antes posible, en un máximo de 90 días, el primer ministro Ehud BARAK, asegura a los miembros de su facción que espera \»tener tiempo antes de los comicios para alcanzar un acuerdo con la Autoridad Nacional Palestina\». Por otra parte, la derecha más radical de Israel ha incrementado sus amenazas contra la vida de BARAK, al que acusan de \»hacer concesiones a los palestinos que ponen en peligro a Israel\».

Aunque la situación actual no parezca dejar espacio al optimismo, palestinos e israelíes tienen más elementos que nunca para alcanzar un acuerdo duradero de paz. Esta es la opinión de Yossi Beilin, ministro de Justicia del gobierno de Ehud BARAK, uno de los más rabiosos promotores del proceso de paz entre Israel y los palestinos. Beilin, 52 años, periodista y miembro del Partido Laborista, es el reconocido arquitecto de los acuerdos de Oslo, que abrieron el camino al reconocimiento recíproco entre Israel y Palestina.

Pero ahora, y según todos los sondeos, NETANYAHU ganaría las elecciones al actual primer ministro, el laborista Ehud BARAK, por unos veinte puntos de ventaja. ¿Qué ha pasado en Israel? En cierta manera la historia de 1996 se ha repetido. En aquel año una serie de actos terroristas dinamitó el gobierno de Shimon PERES, que fue derrotado por NETANYAHU. Y ahora la inseguridad que respira la sociedad israelí, desde que la violencia volvió a estallar el 28 de setiembre, al parecer ha vuelto a inclinar la balanza a favor de los partidarios de la línea dura hacia los palestinos.

No es seguro, sin embargo, que la línea dura resuelva como por ensalmo los problemas de Israel. Y la mejor prueba de ello es el fracaso que hace año y medio sufrió el propio NETANYAHU, que después de tres años de mano dura tuvo que abandonar el poder sin haber resuelto nada. BARAK aún tiene alguna, aunque remota, posibilidad de aproximar posiciones con ARAFAT. El primer ministro presiona al líder palestino con la amenaza de que después de él vendrá NETANYAHU.

El primer ministro de Israel, Ehud BARAK, presenta su dimisión al presidente de Israel, Moshé KATSAV, lo que supone que en el plazo de 60 días se celebrarán comicios especiales a primer ministro y no al Parlamento. Según las leyes constitucionales isrelíes, sólo los miembros de la actual cámara legislativa, la Knesset, pueden presentar su candidatura, en caso de dimisión del primer ministro, por lo que se supone que el anuncio de BARAK pretende poner trabas a la candidatura del ex primer ministro conservador Beniamin NETANYAHU. Éste tras su derrota electoral hace año y medio, renunció a su escaño y declaró una «época de reflexión» antes de retornar a la política. Muchos seguidores de NETANYAHU en la Knesset han anunciado que pondrán inmediatamente en marcha un proyecto de ley que permita a su líder presentarse a las primarias del Likud, lo que SHARON quiere evitar.

En Israel, Ehud BARAK es designado por el Consejo del Partido Laborista, como candidato a primer ministro en las próximas elecciones, probablemente el 6 de febrero. «La dimisión de BARAK y la convocatoria de elecciones para dentro de sesenta días sumirá a Israel en un estado de gran confusión», ha explicado ARAFAT. Mientras, el representante de la Política Exterior de la UE, Javier SOLANA, ha viajado a Jerusalén junto con la comisión internacional de esclarecimiento promovida por el presidente de EEUU. Bill CLINTON.

NETANYAHU confirma que hoy presenta su candidatura a la dirección del Likud y al puesto de primer ministro. Los diputados de la Knesset (Parlamento israelí) han comenzado un proceso de disolución del Parlamento, una de las soluciones para que NETANYAHU sea elegido como parlamentario y, de esta forma, pueda optar también a la jefatura del Gobierno. Otra posibilidad es la aprobación de una enmienda constitucional que permita a cualquier ciudadano presentar su candidatura. NETANYAHU, el próximo martes, deberá disputar con Ariel SHARON, actual presidente del partido, la candidatura del Likud

El Parlamento israelí (Knesset) vota, en lectura preliminar, la llamada «ley Beniamin Netanyahu», que permitirá a cualquier ciudadano, incluido el ex primer ministro conservador, presentarse como candidato a la jefatura del gobierno en las elecciones previstas para inicios de febrero. BARAK ha asumido ya que su rival más probable será NETANYAHU por lo que también ha apoyado la enmienda para demostrar que no teme enfrentarse a él y también para intentar evitar la celebración de elecciones legislativas, ya que, según todos los sondeos, el bloque laborista perdería una parte significativa de su fuerza. Mientras tanto, se produce una nueva oleada de violencia en Gaza que ha causado cinco muertos.

CLINTON se encierra cerca de Washington con Ehud BARAK y ARAFAT y propone un plán que devuelve a la soberanía palestina un 95% de Cisjordania y un control restringido sobre la explanada de las Mezquitas. Israel lo aceptará al mes siguiente, bajo nuevas condiciones, mientras ANP se reserva.

Tras la victoria electoral del líder del Likud, Ariel SHARON, partidario de dar prioridad a las cuestiones de seguridad sobre las negocianciones de paz, ARAFAT le pide reanudar las negociaciones donde se quedaron. Israel se niega mientras se recrudece la «intifada».