En Cachemira crece la rivalidad entre la monarquía y la nobleza. Ghazna es destruida, en la fecha, por Ala ad-Din Husain.

Mu’izz-ud-Din Muhammad gobierna Ghur (en el actual Afga¬nistán) (1175-1206), por lo que a menudo se le llama Muhammad de Ghur. En 1175 inicia la conquista del norte de la India, y en 1193 tomará Delhi. Será el fundador del imperio musulmán en la India, lo que determinará que el Islam se extienda por el noroeste de ese país, la región que hoy conocemos como Pakistán.

Ciento cincuenta años más tarde de la conquista del Punjab por parte de Mahmud de Gazna tuvo lugar el asalto musulmán definitivo a la India, con las conquistas del turco Muhammad de Ghor. Éste arrebata Afganistán a los gaznavíes en 1186, y emprende la conquista del Punjab, del Sind y, posteriormente, de la cuenca del Ganges.

En 1192 el turco Muhammad de Ghor acaba con los últimos gaznavíes que todavía gobiernan en Lahore, a los que derrota en la batalla de Tamesvar, asegurando cinco siglos de dominación musulmana en el norte de la India.

En 1202, MUHAMMAD DE GHOR (1186-1206) es el señor de toda la llanura indogangética.

En 1206, MUHAMMAD DE GHOR es asesinado. Los lugartenientes de Muhammad de Ghor, los generales Qutb al-Din Aybak y Muhammad ibn Bajtiyar, recogen su herencia y fundan el sultanato de Delhi, que declara la guerra santa al hinduismo y se extenderá por todo el centro de la India y la mayor parte del Dekán. Qutb al-Din Aybak logrará establecer una dinastía.

En la India, es sultán el hijo de Qutb al-Din Aybak, Iltutmis.

En 1290, el jefe de un clan turco de Afganistán se apodera de Delhi, y el sobrino de este nuevo conquistador, Ala al-Din, prosigue la conquista musulmana, ocupando Malwa en 1305 y ampliando sus dominios hacia el Sur, si bien también tendrá el mérito de salvar nuevamente a la India de un ataque mongol.

Tras la muerte de Ala al-Din, y después de una serie de intrigas palaciegas, en el Sultanato de Delhi el poder pasa a manos de Muhammad ibn Tugluq (1325-1351), fundador de la dinastía de los tugluquíes; este personaje, de extrema crueldad, logra dominar la mayor parte del subcontinente del que sólo quedan fuera Cachemira, Orissa, las costas de Malabar y sectores de Rajputana en el Sur. Para gobernar este inmenso territorio no duda en emplear métodos de deportación masiva de poblaciones enteras, aumentar la presión fiscal y trasladar su capital de Delhi a Devagiri (Daulatabad), a la vez que logra comprar la retirada de los mongoles, que han vuelto a invadir el norte de sus dominios.

El siglo XIV asiste al establecimiento en el Valle de Cachemira del poder islámico que lo convierte en un sultanato. De hecho, a lo largo de los tres siglos anteriores, invasores mahometanos procedentes del noroeste han invadido progresivamente la India.