A escala internacional, Gran Bretaña, Grecia y Turquía se convierten en garantes del nuevo Estado reservándose el derecho de intervenir directamente en la isla. Para ello, los británicos se quedan con el control de dos valiosas bases aeronavales al sur de la isla, con el consiguiente contingente de tropas. Grecia consigue el derecho de estacionar 950 soldados, y Turquía, otros 650. En cualquier caso, todo ello logra conjurar la enosis buscada por Atenas y la división de la isla en sectores étnicos propuesta por Ankara. Además la Constitución esteblece complicados equilibrios de poder entre la comunidad grecochipriota (78%) y la turcochipriota (18%).

Chipre, en la fecha, se adhiere a la ONU y a la Commonwealth.

El equilibrio alcanzado en Chipre dura apenas tres años. En la fecha, el presidente de la isla, MAKARIOS III (arzobispo de la iglesia ortodoxa), propone trece enmiendas constitucionales que van dirigidas a invalidar las posiciones de poder de los turcochipriotas.

En Chipre, la maniobra política de MAKARIOS es seguida, en el mes de diciembre, por una oleada de violencia desencadenada por paramilitares grecochipriotas. La administración bipartita se viene abajo y da comienzo un enfrentamiento interétnico. Por otra parte, el gobierno norteamericano tampoco alberga simpatías por Makarios, al que considera «el Fidel Castro del Mediterráneo», y en 1963 los radicales de derecha, partidarios de la enosis, intentan sin éxito dar un golpe de Estado.

Para frenar la escalada bélica en Chipre, la ONU envía, en la fecha, una fuerza de interposición de 7.000 hombres, cuya efectividad resulta escasa. De hecho, las fuerzas de la UNFICYP (Misión de Naciones Unidas en Chipre) sólo logran ralentizar los combates. Durante el verano arreciarán los enfrentamientos, en los que los grecochipriotas llevarán las de ganar. Sólo la intervención in extremis de la Fuerza Aérea turca detendrá la aplastante ofensiva de la Guardia Nacional Grecochipriota.

La situación de Chipre se agrava en 1967, con el triunfo, en la fecha, de un gobierno militar en Grecia. Éste favorece a los partidarios de la Enosis en contra del gobierno de Nicosia. Se producen varias masacres, tras las cuales Georgios Grivas es obligado a abandonar Chipre.

Es reelegido Makarios de nuevo presidente de la República de Chipre.

Georgios Grivas regresa secretamente a Chipre para lanzar una campaña terrorista contra el presidente Makarios.

Es reelegido Makarios de nuevo presidente de la República de Chipre.

En 1974, la situación en Chipre ha llegado a un punto tal que el mismo presidente MAKARIOS insta al gobierno de Atenas a que retire sus oficiales de la isla, al tiempo que crea una fuerza policial de protección. La nueva crisis gira en torno a la Guardia Nacional, que con sus dieciocho mil hombres armados se ha convertido en el núcleo duro del nacionalismo grecochipriota y los nostálgicos de la enosis.