Un periodista iraquí lanza sus zapatos contra el presidente de EEUU, George W. Bush, en una rueda de prensa celebrada en Bagdad. El presidente los esquiva hábilmente.

Elecciones legislativas en Irak. Irak se encamina hacia un gobierno de coalición liderado por el primer ministro Nuri al Maliki, después de unas elecciones que se han cerrado con una participación del 62%. Las encuestas han anticipado el triunfo del chií Maliki, que,según su propia valoración, se ha impuesto en Bagdad y las provincias del sur. Su principal rival, Iyad Alaui, un chií laico y nacionalista, parece haber ganado en el oeste y norte del país. Barzani y Talabani, los líderes tradicionales del Kurdistán, han contenido el avance de los reformistas. Los resultados oficiales no se conocerán hasta finales de marzo, aunque habrá cifras preliminares en dos o tres días. Si se confirman los sondeos, lo más probable
es que transcurran meses de duras negociaciones para cerrar una coalición de gobierno. En este caso, hay que esperar que Estados Unidos presione a Maliki para que acepte un compromiso político con Alaui. De esta forma se aislaría a la Alianza Nacional Irakí de Amar el Hakim, muy influenciada por Irán.

Tal como se esperaba, ha sido la lista de candidatos de la Alianza por el Estado de Derecho, capitaneada por el primer ministro Nuri al Maliki, destacado político chií que ha presidido el gobierno de Irak tras las últimas elecciones del 2005, la más aventajada, y ha dominado en las nueve provincias chiíes del sur, en las que se encuentran las ciudades santas de Karbala y de Nayaf. De acuerdo con la nueva constitución de naturaleza confesional, como el pacto no escriturado libanés, el primer ministro debe ser un musulmán chií, mientras que el presidente de la República debe ser un kurdo o bien un suní.