En la segunda vuelta, disputada el 14 de noviembre de ese año, Leonid Kuchma, con un 56,23%, supera en casi 20 puntos a Simonenko (37,86%) y logra ser reelegido presidente de la República.

A fines de diciembre, mediante un acuerdo con la oposición, Kuchma designa a Viktor Yushchenko, jefe del Banco Nacional de Ucrania, como nuevo primer ministro. Éste adquiere una gran popularidad gracias a la ejecución de políticas tendentes a la reforma económica y a poner fin a la corrupción.

Viktor Yushchenko, nuevo primer ministro, de visita en Londres, adelanta que Ucrania reestructurará su deuda externa con una política fiscal más dura y un programa de privatizaciones masivo.

El 22 de marzo, de acuerdo a las exigencias del Consejo Europeo, el presidente de Ucrania anula la pena de muerte. El 16 de abril, el 90% de la población apoyó, por referéndum, las iniciativas reformistas y aliancistas de Kuchma, quien ahora podría disolver el parlamento si no obtenía las mayorías esperadas.

En Ucrania, el 16 de abril de 2000, el 90% de la población apoya, por referéndum, las iniciativas reformistas y aliancistas de Kuchma, quien ahora podra disolver el parlamento si no obtiene las mayorías esperadas.

En Ucrania, hallan el cuerpo decapitado de Giorgi Gongatse, periodista crítico con el poder. La oposición acusa al presidente Leonid Kuchma de haber ordenado el asesinato y organiza manifestaciones, con Yulia Timoshenko al frente.

Tras la desaparición de un periodista crítico al régimen, políticos opositores denuncian la existencia de una grabación que registra al presidente discutiendo con oficiales de seguridad -previo a su desaparición- la solución al problema del periodista en cuestión. En febrero de 2001 se suceden las manifestaciones populares haciendo coro al pedido de la oposición de que renuncie Kuchma. El hallazgo del cadáver decapitado del periodista paraliza el acercamiento de Ucrania a Occidente. Las manifestaciones contra Kuchma continúan y se vuelven masivas.

En abril de 2001 el parlamento de Ucrania destituye al primer ministro Yushchenko, el mejor aliado para las reformas de mercado que exige Occidente, causando un intensa crisis política. La crisis evidencia la tensión entre al menos tres sectores: las fuerzas pro-rusas que intentan devolver a Kiev a la órbita del Kremlin, las fuerzas pro-occidentales que quieren mantener el camino de reformas y anclar definitivamente el país en la vía de la Unión Europea y la OTAN, y las organizaciones mafiosas cuyo objetivo primordial es mantener la situación de inestabilidad con la que se lucran. Para sustituirlo, Kuchma nombra primer ministro a Anatoli Kinaj. Ese mismo mes, Ucrania firma con Rusia un acuerdo de amplia cooperación tecnológica y militar.

En Ucrania, el premier Viktor Yushenko, ex delfín de Kuchma, pierde su confianza y deja el puesto tras una moción de censura. Timoshenko, ex ministra de Energía, había abandonado antes el gabinete, acusada de corrupción. Ambos encabezan la oposición.

El reclutamiento es obligatorio en Ucrania para un periodo de 18 meses. En 2002 las Fuerzas Armadas están integradas por 295.500 efectivos; el Ejército de Tierra tiene 148.000 miembros, la Armada 13.500 y la Fuerza Aérea 49.100. El control del arsenal militar soviético compartido por Ucrania, especialmente los 350 barcos de la Flota del Mar Negro, provoca enfrentamientos con Rusia desde la independencia.