La muerte de Lotario da a BERENGARIO la oportunidad de coronarse rey de Italia (950-961), asociando a su hijo ADALBERTO II al trono y coronándole también el 15 de diciembre de 950 (950-961). Intenta legitimizar su mandato forzando a la viuda de Lotario, ADELAIDA de Italia, a casarse con su hijo ADALBERTO. ADELAIDA es apresada pero consigue escapar hasta que logra conectar con OTÓN I.
ADELAIDA (Esposa de Lotario II rey de Italia)
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OTÓN I reivindica los derechos de Adelaida, viuda del rey Lotario II en contra de BERENGARIO II.
OTÓN I reivindica los derechos de ADELAIDA, viuda del rey Lotario II en contra de BERENGARIO II de Ivrea, y ADALBERTO, su hijo.
BERENGARIO se retira. OTÓN I se hace coronar rey de los lombardos.
La movilización de las tropas del emperador obliga a BERENGARIO II a retirarse. ADELAIDA y OTÓN I se reúnen en Pavía y el 23 de septiembre OTÓN I se hace coronar rey de los lombardos.
OTON I se casa con ADELAIDA para fortalecer su legitimidad. BERENGARIO y su hijo le rinden pleitesía.
En la fecha, OTON I se casa con ADELAIDA para fortalecer su legitimidad por desposar a la viuda del último rey legítimo. Ante esta maniobra BERENGARIO no tiene más remedio que rendir pleitesía a OTÓN, pero con la condición de que le mantenga como rey de Italia. OTÓN acepta y regresa con su esposa a Alemania. BERENGARIO, de hecho, a partir de este momento es nominalmente sub-rey y ADALBERTO II, su hijo, es co-rey, ambos bajo OTÓN I.
El papa JUAN XII impone las coronas imperiales sobre las cabezas de OTÓN y de su esposa ADELAIDA.
Las aspiraciones universalistas del Imperio Germano se materializan el 2 de febrero de 962, fecha de la coronación del emperador OTÓN I (962-973). En la basílica de S. Pedro, el papa JUAN XII impone las coronas imperiales sobre las cabezas de OTÓN y de su esposa ADELAIDA. Con esta ceremonia nace a los ojos de sus contemporáneos el Sacro Imperio Romano Germánico, aunque habrán de pasar unos siglos (hasta el XV) para que se le conozca por este nombre. Se corresponde con el Imperio de Carlomagno, con la sola diferencia de que el Reino franco occidental no forma parte de él. A la cabeza del edificio construido por OTÓN I se halla el rey de Francia oriental (en otras palabras, Alemania), elegido por los grandes del reino. Este rey puede, sin embargo, hacer coronar en vida a su sucesor: de este modo el principio dinástico? tiende a dominar sobre el principio electivo.