REYES BAJO EL SIRG EN LA PENÍNSULA ITÁLICA (962-1802)

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El papa JUAN XII impone las coronas imperiales sobre las cabezas de OTÓN y de su esposa ADELAIDA.


Las aspiraciones universalistas del Imperio Germano se materializan el 2 de febrero de 962, fecha de la coronación del emperador OTÓN I (962-973). En la basílica de S. Pedro, el papa JUAN XII impone las coronas imperiales sobre las cabezas de OTÓN y de su esposa ADELAIDA. Con esta ceremonia nace a los ojos de sus contemporáneos el Sacro Imperio Romano Germánico, aunque habrán de pasar unos siglos (hasta el XV) para que se le conozca por este nombre. Se corresponde con el Imperio de Carlomagno, con la sola diferencia de que el Reino franco occidental no forma parte de él. A la cabeza del edificio construido por OTÓN I se halla el rey de Francia oriental (en otras palabras, Alemania), elegido por los grandes del reino. Este rey puede, sin embargo, hacer coronar en vida a su sucesor: de este modo el principio dinástico? tiende a dominar sobre el principio electivo.

Coronación del Papa LEÓN VIII, una vez depuesto JUAN XII por el emperador OTÓN I.


El Papa JUAN XII es un nefasto personaje, sólo atento a la satisfacción de sus placeres. No bien OTÓN I deja Roma, JUAN XII sintiendo la pesadez del yugo alemán, que él mismo se ha impuesto, comienza a conspirar contra él, con el activo apoyo de BERENGARIO II. Enterado el emperador, regresa de nuevo a la Ciudad Eterna, convoca un sínodo y JUAN XII es depuesto eligiéndose a LEON VIII que será coronado el 4 de diciembre. BERENGARIO es llevado a la ciudad alemana de Bamberg como prisionero. Su esposa, que se ha refugiado en la fortaleza del Lago Orta, también es capturada y conducida con él a Bamberg.

Apenas se va de Roma el emperador OTÓN, JUAN XII vuelve con el ánimo de vengarse.


Apenas se va de Roma el emperador OTÓN, JUAN XII vuelve con el ánimo de vengarse. Con gran prisa convoca, en febrero de 964, un sínodo en S. Pedro en el que sólo participan 16 obispos. Es declarado nulo el proceso contra JUAN XII y depuesto y excomulgado el papa LEON VIII. JUAN XII, por su parte se venga de sus adversarios haciéndoles cortar la nariz y la lengua.

Sólo cuando OTÓN I ciñe la corona de rey de Italia, puede, en cierto sentido, restablecerse el orden en Italia.


OTÓN I que ha regresado a Roma, sólo cuando -en la fecha- ciñe la corona de rey de Italia, arrebatándosela a BERENGARIO II, puede, en cierto sentido, restablecerse el orden, y el destino de Italia vuelve a unirse sólidamente al del Sacro Imperio Romano. En estos momentos, Alemania afronta los graves problemas de la penetración en profundidad en las masas recien acercadas al cristianismo. Por otra parte, el alto clero, en buena parte, es esclavo de los intereses políticos, porque al cargo episcopal va siempre adherida la posesión de un feudo. Lógicamente los emperadores tienden a favorecer a los feudatarios eclesiásticos, porque no pueden hacer hereditario el feudo propio, de aquí viene la importancia de los obispos-condes.

Los romanos, temerosos ante la venida de OTÓN, matan a Pedro y aceptan de nuevo a JUAN XIII.


Enterado el emperador OTÓN de la expulsión de su protegido se dispone de nuevo a marchar sobre Roma lo que provoca que los romanos, temerosos de las represalias, den muerte al prefecto Pedro y reciban triunfalmente, el 14 de noviembre de 966, a JUAN XIII.

El emperador OTÓN I entra en Roma, donde permanecerá durante casi seis años.


En diciembre de 966 el emperador OTÓN I entra en Roma, donde permanecerá durante casi seis años, y nombra como prefecto de la ciudad a CRESCENCIO I, un hermano del Papa JUAN XIII.

OTÓN I confirma la restauración a los estados pontificios de considerables territorios.


En el sínodo de Rávena de 967, OTÓN I confirma la restauración a los estados pontificios de considerables territorios incluyendo el exarcado.

BENEDICTO VII puede regresar a la Ciudad Eterna ya que OTÓN II a afianzado su control sobre Italia.


Al afianzar OTÓN II su control sobre Italia, BENEDICTO VII puede, en la fecha, regresar a la Ciudad Eterna, agradecido al emperador OTÓN II. BENEDICTO VII expulsa de nuevo a BONIFACIO de Roma y dedica buena parte de sus esfuerzos a dejar establecido el rango de las sedes alemanas y a llevar a cabo en Italia una política antibizantina.

Ante la proclamación del antipapa JUAN XVI, OTÓN III llega a Roma. JUAN XVI es deportado.


Ante la proclamación del antipapa JUAN XVI, OTÓN III, como antes lo hicieran sus antecesores, llega a Roma, depone al antipapa, y ordena que le arranquen los ojos, le corten la lengua, las orejas, los labios, la nariz y las manos luego lo paseen sobre un asno por las calles de Roma. Después de esa humillación lo deporta al monasterio de Fulda en Alemania donde fallecerá en 1001. Por otra parte, OTON III ejecuta a CRESCENCIO Nomentano y a sus principales seguidores. Liberado momentáneamente de la permanente amenaza de los Crecencio, GREGORIO V puede atender los asuntos de la Iglesia, impulsando la reforma monástica, imponiendo una penitencia de siete años al rey ROBERTO de Francia por haberse casado con BERTA, a la que la unen lazos de consanguineidad. Intenta recuperar para el papado el prestigio perdido.