Tratado de Río de Janeiro, en el que se reconoce la independencia soberana de la República Oriental del Uruguay reconocida por Brasil y Argentina que renunciarán a sus pretensiones sobre este país, en octubre de este mismo año. Uruguay ha formado parte de Brasil (1821). Pero la sublevación de la población, ayudada por Argentina, había permitido a los uruguayos derrotar al coloso austral en Ituzaingó (1827).

El cultivo del café representa para Brasil, durante un largo período, la actividad económica predominante. El régimen oligárquico basado en esa economía se modifica muy poco con el advenimiento de la república y es cuestionado por innumerables levantamientos y revoluciones armadas. Las rebeliones gaúchas del sur, como la Guerra de los Farrapos (1835-1845), la revuelta federalista de 1893 o el levantamiento de Santo Angelo, serán movimientos regionales, que contarán con la participación de combatientes de los países del Río de la Plata.

La Argentina se une al Brasil y al Uruguay por el Tratado de la Triple Alianza, firmado en la fecha, y sus ejércitos son puestos al mando del general Mitre. Comienza un enfrentamiento con Paraguay presidido por Fran­cisco Solano López, que durará por cinco años (1865-1870). La guerra, una de las más mortíferas de la historia, cuesta a Paraguay las tres cuartas partes de su po­blación.

El conflicto entre Paraguay y los países vecinos, se prolonga hasta que Solano -2º Presidente constitucional de la República del Paraguay (1862-1870)- es capturado, en la fecha, por soldados brasileños y muerto a tiros. Los ejércitos de la Triple Alianza -Brasil, Argentina y Uruguay- en su invasión de Paraguay, han matado a las dos terceras partes de la población paraguaya (90% de la población masculina). Paraguay quedará casi aniquilado como nación. La población se reduce de 1.400.000 habitantes a unos 221.000, de los cuales sólo 29.000 son hombres adultos. Brasil negociará separadamente con el Paraguay, recibiendo primero tierras e indemnizaciones y tratos político económico preferenciales. Así Argentina perderá territorio. Con Paraguay se establecerá la línea de Pilcomayo.

Inicia su mandato el nuevo presidente de EEUU: Rutherford Birchard Hayes (1877-3/3/1881). En este momento constituyen la Unión 38 estados. En los asuntos de interior, aparte de la reconciliación con el Sur, su administración será sobresaliente por dos logros, ambos mostrando la evidencia de un decidido presidente en resolver sus relaciones con el congreso: reanudación de monedas (principalmente oro) apoyando el papel moneda y bonos que financiaron la guerra, y el comienzo de la reforma del servicio civil. El primer paso de Hayes en la reforma del servicio civil es la publicación de una orden ejecutiva en junio de 1877 prohibiendo a los criados federales civiles de tomar parte activa en política. En la política exterior, Argentina le pedirá a Hayes actuar como árbitro en las diferencias entre la Triple Alianza -Argentina, Brasil y Uruguay- y Paraguay. Los argentinos esperan que Hayes les dé la región de Chaco; sin embargo, se decide a favor de los paraguayos. Su decisión le hará un héroe en Paraguay, y una ciudad (Villa Hayes) y un departamento (Presidente Hayes) serán llamados, en su honor, con su nombre.

Durante el Imperio (1822-1889), Brasil ha consolidado su unidad nacional y ha ampliado las fronteras abiertas por los bandeirantes de los siglos XVII y XVIII. Ese crecimiento territorial está dado por la incorporación de la provincia Cisplatina (más tarde independizada como República Oriental del Uruguay, en 1828, con lo que se fijará definitivamente la frontera del sur); la guerra de La Triple Alianza contra Paraguay, en la que Brasil se queda con 90.000 km2 de su territorio; y, a fines de siglo, la anexión del Acre boliviano. La economía permanecerá atada al latifundio, la exportación de productos agrícolas tropicales y la explotación del trabajo esclavo que ha sido abolido muy tardíamente en 1888. Este último hecho acelerará la caída del régimen monárquico, aunque no modificará sustancialmente las condiciones políticas y sociales de los negros, a quienes en la práctica se les negará la libertad política al prohibirse el voto de los analfabetos.

Un golpe militar encabezado por Manuel Deodoro da Fonseca , mariscal brasileño, derroca a Pedro II el 15 de noviembre de 1889, y Fonseca se convierte en presidente de la nueva República federativa de Estados Unidos del Brasil (15/11/1889-23/11/1891). Ya no quedan monarquías en las naciones americanas independientes.

El 24 de febrero de 1891, Brasil adopta una constitución federal: a partir de ese momento se convierte en los “EEUU. del Brasil”.

Entre 1896 y1897 se produce una insurrección popular, de signo religioso, paradójicamente a la vez revolucionaria y reaccionaria, en las tierras del Nordeste, en el Brasil. Se trata de la famosa guerra de Canudos. En esta pequeña guerra civil se enfrentan, por un lado, el gobierno de la República del Brasil y, por el otro, un conjunto de desheredados que se unen alrededor de la misteriosa y carismática figura de Antonio Conselheiro, una especie de santo popular que, prefigurando la teología de la liberación y el movimiento de “los sin tierra”, organiza una revolución consistente en ocupar los terrenos de algunos de los latifundistas de la región de Bahía. La idea que propaga Antonio Conselheiro es que hay que formar un pueblo, Bello Monte, y construir un templo en espera del regreso de Dios que se dará ya de un momento a otro. Esta sería simplemente otra historia de milenaristas esperando un fin del mundo que no llegaría, si no fuera por la guerra que desató. (Sobre esta guerra, Vargas LLosa escribirá uno de sus mejores libros: “La Guerra del fin del mundo”)

Presidente de Brasil: Campos Sales (15/11/1898-15/11/1902). Época de problemas en la economía brasileña, basada en la exportación de café y caucho. Juzga que todos los problemas del país tienen una única causa: la desvalorización de la moneda. Desarrollará la llamada política de los gobernadores, o política del café con leche, a través de la cual intentará obtener el apoyo del Congreso a través de relaciones de clientelismo y favorecimiento político entre el gobierno central, representado por el mismo presidente, estados, representados por los respectivos gobernadores, y municipios, representados por los coroneles. Por otra parte, Campos Sales decide que la resolución del problema de la deuda externa es el primer paso a ser tomado.