Los hutu de Burundi, dominados por los tutsi (es una situación contraria a la ruandesa) se rebelan y organizan una matanza de tutsi, que se vengan con una masacre todavía mayor. Muchos hutu huyen a Ruanda, cuya tierra es incapaz de acoger en buenas condiciones a tanta gente (alrededor de un millón)

En Ruanda, radicalización del régimen político, cada vez más autoritario, lo que provoca una nueva oleada migratoria de tutsi. Habyarimana da un golpe de Estado e instaura una dictadura de partido único. El “clan de Gisenyi” se hace progresivamente amo del país. Sus enemigos serán no sólo los tutsi, sino también los hutu rebeldes. De todos modos, durante un período relativamente largo, las tensiones étnicas no son graves y los asuntos económicos no van mal

Acuerdo de cooperación militar de Ruanda con Francia, que implica el suministro de armas y soldados

Los tutsi exiliados fundan el FPR, Frente Patriótico de Ruanda

Durante este año y los tres siguientes se produce en Ruanda un hundimiento del precio del café, una fuerte sequía y el empeoramiento de las condiciones de vida.

Durante 30 años los nobles tutsi refugiados, se han preparado para reconquistar el poder en Ruanda. Después de conseguir el apoyo de EEUU., en 1990 empiezan una guerra que dejará el país en la miseria. Durante tres años y medio realizarán incontables matanzas en el norte del país, entre la población civil, de la cual un millón tendrá que refugiarse en el centro y el sur. Los soldados del FPR entran en Ruanda. Van bien equipados y entrenados. El presidente de Ruanda, Habyarimana, reclama y obtiene ayuda militar masiva de Francia, muy molesta con los anglófonos del FPR. El FPR no puede entrar en Kigali, pero se inicia un largo período de enfrentamientos, que durará hasta 1994. Ambos bandos atacan a la población civil. El gobierno se divide entre partidarios del diálogo y del enfrentamiento a ultranza. Ganan los radicales. Los ideólogos hutus radicales extienden sus ideas a través de la revista Kangura y de Radio Mille collines.

Al contrario que en Ruanda, en Burundi (85% de hutus y 14% de tutsis) , la década de los 90 comienza con un intento del presidente Pierre Buyoya (tutsi) de poner en marcha un plan para dar mayor protagonismo a los hutus en la dirección del país. Pero rehusando, eso sí, el predominio de los hutus de acuerdo con su superioridad numérica. Se crea el Consejo Nacional de Seguridad, encargado del control de las Fuerzas de seguridad. Éste, en un gesto reconciliador, es formado por un número igual de hutus y tutsis.

Iinicio de la democratización en Ruanda, con multipartidismo -saboteado desde el poder-

En Burundi, en febrero de 1991 es aprobado por el 89,1 % de los votos lo que se llama Capítulo para la Unidad Nacional. Este texto hace una llamada al abandono de la dinámica militar, la restauración de la Constitución, y el retorno de la armonía entre hutus y tutsis. En otro gesto, el Tribunal para la Seguridad Nacional (para los casos de traición, insurrección, espionaje tanto interno como externo) es abolido y reemplazado por un Tribunal Constitucional.

El embajador de Bélgica en Ruanda toma nota de la existencia de un “estado mayor secreto encargado del exterminio de los tutsis, con la finalidad de resolver definitivamente el problema étnico en Ruanda y de aplastar a la oposición interna hutu” (documento oficial)