Periodo de gran inestabilidad política con la sucesiva aparición de juntas cívico-militares, es un periodo de crisis donde la guerrilla comienza a hacerse presente con gran intensidad.
EL SALVADOR
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En San Salvador, el régimen es acusado internacionalmente de violar los derechos humanos y estar en conflicto con la Iglesia Católica.
En San Salvador, el régimen es acusado internacionalmente de violar los derechos humanos y estar en conflicto con la Iglesia Católica, por lo que tiene que hacer frente a una ola de violencia que le obliga, en la fecha, a implantar el estado de sitio.
Sucesos de Mayo. La ciudad de San Salvador se halla en estado de guerra civil.
Sucesos de Mayo. El gobierno salvadoreño, enfrentado a una inusitada ola de violencia, declara el estado de sitio. En efecto, la ciudad de San Salvador se halla en estado de guerra civil. Los enfrentamientos de grupos revolucionarios con la policía son constantes. Se producen ataques y asaltos a embajadas.
Un grupo de jóvenes oficial, derrocan en El Salvador al presidente Carlos Humberto ROMERO.
Ante la gravedad de los hechos que ocurren en El Salvador, y ante la situación política y económica, un grupo de jóvenes oficiales -coroneles Adolfo Arnedo Majano y Jaime Abdul Gutiérrez- derrocan al presidente Carlos Humberto ROMERO e instalan en el poder una Junta civico-militar. Estos nuevos representantes de los militares encabezan una Junta Revolucionaria de Gobierno que emprende una serie de reformas, que son insuficientes ante el avance de la guerrilla, encabezada por el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional.
La década transcurrida entre 1970 y 1980 cimentó de forma irreversible las bases de una confrontación prolongada y sangrienta.
La década transcurrida entre 1970 y 1980 cimentó de forma irreversible las bases de una confrontación prolongada y sangrienta que alcanzaría su plena expresión entre 1980 y 1992. Fue un proceso caracterizado por la profundización del terrorismo de estado implementado por la Fuerza Armada, los cuerpos de seguridad y diversos organismos paramilitares clandestinos («Escuadrones de la Muerte») que operaron al amparo de las propias instituciones del estado y que contaron con el apoyo y financiamiento de poderosos grupos económicos y políticos. En esta época se registraron las primeras masacres, asesinatos y desaparecimientos forzosos ejecutados en el campo y la ciudad. Asimismo fue un periodo caracterizado por el auge de la organización popular en el campo y la ciudad y por el agotamiento del sistema político de la dictadura, es decir, la realización de elecciones fraudulentas para legitimar a los gobiernos militares de turno.
Entre 1974 y 1980 se desarrollaron poderosas organizaciones populares.
Entre 1974 y 1980 se desarrollaron poderosas organizaciones populares tales como el Bloque Popular Revolucionario (BPR), el Frente de Acción Popular Unificada (FAPU), las Ligas Populares 28 de febrero (LP-28), el Frente de Acción Unificada (FAU) y Las Ligas para la Liberación, las cuales fundaron en enero de 1980 la Coordinadora Revolucionaria de Masas (CRM) y posteriormente contribuyeron decisivamente a la fundación del Frente Democrático Revolucionario (FDR) junto al Movimiento Nacional Revolucionario (MNR) de tendencia social demócrata y al Movimiento Popular Social Cristiano.
En El Salvador, el arzobispo Óscar Arnulfo ROMERO dirige un mensaje a las tropas para que no disparen contra el pueblo:
En El Salvador, el arzobispo Óscar Arnulfo ROMERO dirige un mensaje a las tropas para que no secunden la orden de su superiores de diparar contra el pueblo: «Soldado: no estás obligado a obedecer una orden contra la Ley de Dios. Una ley inmoral nadie tinen que cumplirla. Date cuenta de que es tiempo de que recuperes tu conciencia. En nombre de Dios, pues, en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día más, les suplico, les ruego, les ordeno, en nombre de Dios: cese la represión».
Es asesinado Óscar Arnulfo ROMERO, crítico arzobispo de El Salvador, defensor de los derechos humanos.
En el transcurso de una misa celebraba en la capilla del Hospital La Divina Providencia en la colonia Miramonte de San Salvador, es asesinado Óscar Arnulfo ROMERO, crítico arzobispo de El Salvador, defensor de los derechos humanos, que ha mantenido una actitud crítica contra el régimen. Hace unos días que el arzobispo ha declarado desde las pantallas de televisión española: «A mí me podrán matar, pero a la voz de la justicia ya no la podrán acallar». Los homicidas fueron los escuadrones de la muerte, al mando del ex-mayor del ejército Roberto D´aubuisson Arrieta, siendo el autor del atentado el Capitán del ejército Alvaro Saravia, actualmente residiendo y protegido en EEUU. En 1993, Una Comision de la Verdad creada por el Acuerdo de Paz investigo la muerte de Monseñor Romero y concluyó determinando la culpabilidad de D´aubuisson, Saravia, y del ultraderechista Enrique Altamirano Madriz.
Tras el asesinato del arzobispo ROMERO, asociaciones de campesinos, sindicatos y diversos partidos se unen en un Frente.
Tras el asesinato del arzobispo ROMERO, asociaciones de campesinos, sindicatos y los partidos socialdemócrata y socialista se unen para formar el Frente Democrático Revolucionario (FDR).
Sabiendo que su muerte puede suceder en cualquier momento, Óscar Arnulfo Romero deja escrito un mensaje.
Sabiendo que su muerte puede suceder en cualquier momento, Óscar Arnulfo Romero escrito poco antes: “Mi disposición debe ser dar mi vida por Dios, cualquiera que sea el fin de mi vida, Él asistió a los mártires y si es necesario lo sentiré muy cerca al entregarle mi último suspiro… Pero más valioso que el momento de morir es entregarle toda la vida y vivir para Él y mi misión… Y acepto con fe en Él mi muerte por más difícil que sea, ni quiero darle una intención como la quisiera por la paz de mi país y por el florecimiento de nuestra Iglesia, porque el corazón de Cristo sabrá darle el destino que quiera… Me basta, para estar feliz y confiado, saber con seguridad que en Él está mi vida y mi muerte… Y otros proseguirán con más sabiduría y santidad los trabajos de la Iglesia y de la patria”.