En la República Dominicana dirige el Gobierno Juan Isidro Jimenes Pereyra (15/11/1899-2/5/1902).

En la República Dominicana encabeza un golpe de Estado y toma el poder el General Horacio Vázquez (2/5/1902-23/4/1903).

En la República Dominicana es nombrado presidente provisional el Licenciado Alejandro Wos y Gil (23/4/1903-24/11/1903).

En la República Dominicana toma el poder el General Carlos Felipe Morales Languasco (24/11/1903-24/12/1905).

La República Dominicana sigue la frecuente política iberoamericana de tomar prestadas grandes sumas de dinero de las potencias europeas, que dilapida entre la corrupción y la mala gestión. De este modo, acaba encontrándose con dificultades para devolver los intereses. Las potencias europeas, conscientes de esta posibilidad, prestan el dinero de todos modos, contando con el uso de la fuerza, en caso necesario, a fin de sacar beneficios del empobrecido país. En 1905, la República Dominicana se halla prácticamente en la bancarrota.

A fin de evitar la intervención europea en la República Dominicana para cobrarse sus impagadas deudas, los EEUU. intervienen a su vez, invocando el \”corolario Roosevelt\”. Envian fuerzas, en la fecha, para controlar las aduanas dominicanas con objeto de reunir el dinero necesario para cancelar las deudas. Esta acción tiene lugar cumpliendo EEUU. su papel de gendarme del hemisferio occidental.

En la República Dominicana Ramón Cáceres Vásquez ocupa la presidencia de manera interina por Morales. Desde 1906 hasta 1911 lo hará a título personal.

En vista de que uno de los objetivos de la política exterior de los EEUU. es tener pleno dominio de las Antillas para así fortalecer su posición en el canal de Panamá, al presidente ROOSEVELT le resulta claro que República Dominicana no debe tener acreedores europeos que puedan atraer a la zona la influencia de sus respectivos gobiernos. Por eso propicia que la firma Kuhn, Loeb & Company de New York preste al país veinte millones de dólares, los cuales serán destinados a la cancelación de todas las deudas pendientes, mientras que los tres millones sobrantes se dedicarán en principio a la realización de obras públicas y otras inversiones. Acompañando a este préstamo, el Congreso aprueba el 3 de mayo de 1907 la Convención Domínico-Americana, tratado por el que el gobierno dominicano entrega la administración y el control de sus aduanas al Gobierno de los EEUU. hasta completar el pago de la nueva deuda, y por el que se compromete a no modificar su tarifa aduanera ni a aumentar su deuda pública sin el consentimiento previo del presidente de los EEUU. De esta forma se asegura el dominio de los EEUU. sobre la República Dominicana a principios del siglo XX.

En un alegato en contra de la aprobación de la Convención de 1907, el diputado Alfredo Morales afirma: “Los Tratados de protectorado o vasallaje, que siempre se realizan entre Estados poderosos y Estados débiles o bárbaros, han tenido a menudo, como único objeto, lo que se denomina en tiempos modernos conquista pacífica. Nunca un Estado fuerte acude en ayuda de uno débil sino cuando le guían determinados intereses. Es bien larga la lista de las usurpaciones cometidas por la gran República de América del Norte bajo el pretexto de la doctrina de Monroe (…) si aprobamos las negociaciones en curso, la República Dominicana no podrá en el porvenir tratar de igual a igual con otra Nación; dejará de ser un Estado Independiente, de tener una personalidad internacional.”

Asesinato del presidente de la República Dominicana, general Ramón Cáceres. Se desata una guerra civil entre el jefe del Ejército, Alfredo Victoria, los horacistas que habían planeado la caída del gobierno de Cáceres, y los rebeldes jimenistas encabezados por Desiderio Arias que momentáneamente se apoderan de las aduanas de la frontera. Esto último, unido al hecho de que los haitianos aprovechan el vacío de poder para ocupar territorios dominicanos, impulsan a los Estados Unidos a valerse de la Convención Domínico-Americana de 1907 para intervenir y mediar en la política interna dominicana que retoma una escalada de inestabilidad y caos. Entre noviembre de 1911 y noviembre de 1916 se instaurarán ocho presidencias distintas, de las cuales sólo dos –la de Eladio Victoria iniciada en diciembre de 1911 y la de Juan Isidro Jimenes en diciembre de 1914– tendrán carácter constitucional.