Dalí volvió a participar en una exposición surrealista en 1936, esta vez de índole internacional, celebrada en Londres. Su conferencia, titulada Fantômes paranoiques authentiques, fue impartida con un traje de buzo, casco incluido. Llegó a la conferencia con un taco de billar y un par de sabuesos rusos, y en su transcurso tuvo que retirarse el casco para poder tomar aire. Comentó al respecto que «simplemente quería mostrar que estaba sumergiéndome profundamente en la mente humana»

En 1940, con la Segunda Guerra Mundial arrasando Europa, Salvador DALÍ y Gala huyeron a los Estados Unidos, donde vivieron durante ocho años.

Desde 1949 Dalí vivirá en Catalunya. El hecho de que elija España para vivir en tiempos de la dictadura hace que algunos de sus antiguos colegas, así como sectores progresistas, le hagan blanco de nuevas críticas. Esto sugiere que el descrédito con que DALÍ es considerado entre surrealistas y críticos de arte se debe, al menos en parte, a motivaciones políticas, más que al valor intrínseco de sus obras de arte.

Salvador DALÍ pinta, en 1951, su famoso cuadro “Cristo de San Juan de la Cruz”. Está hecho mediante la técnica del óleo sobre lienzo, es de estilo surrealista y sus medidas son 205 x 116 cm. Se conserva en el Museo Kelvingrove, en Glasgow, Reino Unido. La originalidad de la perspectiva y la habilidad técnica a la hora de pintar el cuadro lo han hecho muy popular, hasta el punto de que en los años cincuenta, un fanático realizó un acto vandálico contra él de poca gravedad. Durante los años cincuenta, el artista volvió a recurrir varias veces al tema de la crucifixión. Un ejemplo es el Corpus hypercubus, pintado en 1954.

Al final de su carrera, DALÍ no se limita a la pintura, desarrollando nuevos procesos y medios experimentales: crea un boletín y se convierte en uno de los pioneros de la holografía artística, algo nada extraño considerando su larga exploración artística de juegos visuales. Ya durante sus últimos años, artistas como Andy Warhol proclamaron al catalán como una de las influencias más notables del pop art. DALÍ también ha mostrado desde siempre un acusado interés por las ciencias naturales y las matemáticas. Así se observa en muchas de sus obras —sobre todo las creadas en la década de los 50— en las cuales llega a componer retratos individuales a partir de cuernos de rinoceronte. Según el artista, el cuerno de rinoceronte significa la geometría divina, puesto que crece en una progresión espiral logarítmica. También relaciona el concepto con los temas de la castidad y la santidad de la Virgen María. Otro de los intereses de Dalí era el ADN, y el hipercubo (un cubo de cuatro dimensiones) que llega a plasmar desplegado en su Crucifixión (Corpus Hypercubus).

En 1960 DALÍ empieza a trabajar en un teatro y museo personal, levantados sobre su casa natal en Figueras; Es el mayor de sus proyectos individuales, y a él dedicará buena parte de sus energías hasta 1974. Incluso más adelante, a mediados de los 80, realizará algunas reformas menores en el edificio.

DALÍ en su madurez, también se implica con otras actividades «extra-artísticas» que dan una medida de su enorme popularidad como personaje público. En 1968 Dalí graba un anuncio televisivo para la marca de chocolate Lanvin, y en 1969 diseña el logo de Chupa Chups. Ese mismo año trabaja como responsable creativo de la campaña publicitaria de Eurovisión, y crea una gran escultura metálica que se instala en el escenario del Teatro Real de Madrid.

Visita de Salvador DALÍ a la estatua de la Libertad en Manhattan que da la bienvenida a los visitantes que llegan por mar a Nueva York. DALÍ visita el armazón interior de esta estatua- que fue diseñado por Gustave Eiffel, el creador de la célebre torre de París, y al salir exclama: “Lástima que sólo de luz (“lumière” en francés equivale a inteligencia) con una mano”. E inmediatamente después dibuja una estatua cuyas dos manos iluminan el mundo, “dando la bienvenida a un nuevo siglo de las luces”. Un estatua -de 3,5 m de altura que con el pedestal alcanzará los 7 m- basada en este dibujo se pondrá, en 1994, a la entrada de Cadaqués.

En 1980 la salud de DALÍ se deteriora seriamente. Con su mujer, Gala —que ya manifiesta síntomas de senilidad—, supuestamente consume un cóctel de fármacos que daña seriamente su sistema nervioso, con la consecuencia de incapacitarle prácticamente para la creación artística. Con 76 años, el estado de DALÍ es lamentable, y su mano sufre constantes temblores que evidencian el progreso de la enfermedad de Parkinson.

En 1982 el rey JUAN CARLOS I concede a DALÍ el título de marqués de Púbol, que el artista agradece con un dibujo, titulado Cabeza de Europa, que a la postre resultará ser su último dibujo, y que le entregará tras la visita real a su lecho de muerte el 5 de diciembre de 1988.