El territorio de Portugal conserva abundante restos del Paleolítico inferior y medio. En las terrazas del Duero y Tajo se han hallado muestras de las culturas abevillense y chelense. El poblamiento de Portugal posiblemente fue de sur a norte, desplazándose grupos humanos principalmente desde el centro del territorio hacia el centro peninsular por la altura del Tajo.

En el Paleolítico superior (40.000 al 8.000), en el territorio actual de Portugal se desarrolla principalmente la cultura auriñaciense.

La segunda oleada celta desde el centro de Europa, se inicia en el siglo VIII aC y propagará la cultura Hallstatt por Francia, España, Portugal, los Países Bajos y en el año 500 aC se extenderá por el sur de Gran Bretaña.