En la fecha, fallece en Arabia Saudí el rey FAHD con 82 años de edad. En realidad, es su hermano, el regente príncipe ABDULLAH, ya de 81 años, quien gobierna desde 1996. Ahora como sucesor, es el nuevo rey de Arabia (2005- ). La financiación de los movimientos radicales wahabíes, que son la fuente de la legitimidad de los Saud, dificulta sus relaciones con Occidente. Quince de los 19 terroristas del 11-S eran de nacionalidad saudí. Ha sido nombrado heredero su hermano Sultán Bin Abdulaziz, nacido como el nuevo rey en 1924, y por tanto también de 81 años.

Arabia Saudí retira su embajador en Copenhague y anuncia el boicot a los productos daneses, que se extiende por el mundo musulman, a causa de los dibujos publicados el 30 de septiembre por el Jyllands-Posten de Dinamarca. En el seno de los países occidentales, las primeras reflexiones y debates giran en torno a una cuestión elemental, que reviste los rasgos de una contradicción: entre los valores laicos, la herencia de la Ilustración y el derecho a la libre expresión por una parte, y el respeto por lo sagrado, lo religioso (que plausiblemente profanaron las caricaturas en cuestión) por otra parte. Por lo demás, el debate reviste aspectos variables según el contexto de cada país.

La Vanguardia, diario de Barcelona, publica que en Yida, segunda ciudad más grande de Arabia Saudí, se está construyendo un edificio que se convertirá en el más alto del mundo con sus 1.007 metros de altura. Será el primer edificio que supere los mil metros de altura. Está previsto que levantarlo cueste 1.130 millones de euros y se tarde  63 meses (hasta 2020). El arquitecto es Adrian Smith quien es al mismo tiempo el arquitecto de la torre más alta actualmente ya construida, la de Jalifa en Dubai (EUA), que alcanza los 828 metros de altura,  179 metros menos que la proyectada para Yida.