Después del 11 de septiembre, Somalia despierta de nuevo el interés de EEUU., cuyos servicios de inteligencia han detectado en el país a miembros de Al Qaeda procedentes de Sudán. Washington decide entonces apoyar, frente a los islamistas, a once señores de la guerra, reunidos en la Alianza para la Restauración de la Paz y contra el Terrorismo.

Somalilandia no es reconocida internacionalmente pero posee constitución, moneda y Gobierno propios, e incluso un mejor desarrollo económico, además de mayor estabilidad política que Somalia, ayudado por la influencia de un clan dominante. En septiembre de 2005 se realizaron elecciones multipartidistas en las que venció el partido UDUB, y contó con la participación de observadores de siete países, que declararon que las elecciones fueron libres y justas, permitiendo a Somalilandia un empuje para el reconocimiento internacional como Estado soberano.

Hasta la fecha, las peticiones a la OUA (Organización para la Unidad Africana) sobre el reconocimiento internacional de Somalia han caído en saco roto y es de suponer que continuarán desoyendo estas peticiones ante el temor de los Estados africanos a que el reconocimiento de una declaración de independencia de forma unilateral de una región africana pueda animar a otras muchas regiones a seguir este mismo camino. Somalia es uno de los estados más homogéneos de Africa. Los Somalis son racial, religiosa, lingüística y culturalmente homogéneos. Su sociedad está dividida en diferentes clanes de los que los Issaq, Daarood, Dir Hawiye son los más grandes. Sólo los Issaq suponen aproximadamente el 25% de la población total. Los Issaq ocupan el norte de Somalia, lo que los británicos llamaron \”Somaliland\”.

En Somalia, los señores de la guerra, enfrentados entre sí en el pasado, fundan la Alianza para la Restablecimiento de la Paz y Contra el Terrorismo (ARPCT) con el fin, oficialmente, de atajar el terrorismo y el extremismo islamista. La ARPCT recibe apoyo financiero de EE. UU. para \”impedir que Al Qaeda establezca una cabeza de puente en Somalia\”. Desde este momento, la ARPCT emprende la lucha contra los islamistas de la ATI (Alianza de Tribunales Islámicos) -en claro ascenso- por mantener el dominio de Mogadiscio, la capital de Somalia. Los combates por esta ciudad han sido los más duros desde el inicio de la guerra civil entre señores de la guerra, en 1991, tras derrocar al golpista Siad Barre.

En Somalia el Parlamento somalí se reúne apoyado por la ONU.

Los servicios de información occidentales creen que la Alianza de Tribunales Islámicos (ATI) en Somalia, cobija extremistas vinculados a Al Qaeda. Sin embargo, la ATI desmiente cualquier relación con la red de Bin Laden, aunque en abril declararon la guerra santa contra la ARPCT \”financiada por el enemigo del islam\” y el pasado sábado convocaron una manifestación contra EEUU..

En Somalia, la ATI ha querido tranquilizar a la población con un comunicado emitido en todas las emisoras. \”Los Tribunales Islámicos no quieren proseguir las hostilidades e impondrán la paz y la seguridad en la capital somalí, tras el cambio operado por el triunfo del pueblo y el apoyo de Alá… La ATI se ocupará de la seguridad del pueblo y de la libertad de los individuos\”, dice el texto.

En Somalia, las milicias de la Alianza de Tribunales Islámicos (ATI) anuncian su triunfo en la sangrienta batalla de cuatro meses por el control de Mogadiscio frente a los jefes de guerra de la ARPCT. Los islamistas se han reunido con delegados de los vencidos para abordar el tema de la entrega de armas. De todos modos, uno de los fundadores de la ARPCT, Mohamed Afrah Qanyare, se ha trasladado a Jowar, a 100 kilómetros de la capital donde su grupo tiene un feudo, quizás pensando que no todo está perdido. Otros señores de la guerra han abandonado el país.

Los nuevos dueños de la situación en Mogadiscio han decretado la ley islámica estricta que prohíbe, entre otras cosas, las salas de cine y la retransmisión de los Mundiales de fútbol por insertar anuncios de alcohol explícitos o implícitos. Estos talibanes somalíes controlan la parte más poblada del país, mientras que el Gobierno reconocido por las Naciones Unidas se encuentra aislado e indefenso en la ciudad interior de Baidoa. Somalia ha sido refugio de talibanes y radicales terroristas islámicos desde hace más de diez años. Ocupados y preocupados por la guerra de Irak y por la situación en Afganistán, Somalia se proyecta como una nueva pesadilla para la lucha contra el terrorismo internacional.

Las milicias de la Alianza de Tribunales Islámicos (ATI) pretenden convertir a Somalia, donde impera una religión musulmana muy moderada, en un estado islámico. Con este fin se proponen avanzar hacia el norte para conquistar más territorio después de anunciar anteayer su triunfo en Mogadiscio, tras cuatro meses de lucha contra los señores de la guerra,instalados en la ciudad desde hace 15 años. Éstos comunicaron que volverían a combatir y advirtieron a la ATI que no debían efectuar nuevos avances. “Hasta que alcancemos un estado islámico, continuaremos con la lucha islámica en Somalia”, declaró ante unos cientos de seguidores Sharif Ahmed, presidente de los Tribunales Islámicos de Mogadiscio. “Estamos preparados para dar nuestra sangre para el éxito de esta batalla”, agregó un miliciano. Tras su victoria de anteayer, los islamistas anunciaron que la charia (ley islámica) se impondrá en Mogadiscio.