El actual presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ha ganado las elecciones presidenciales de este país. Según la Comisión Electoral Nacional, Museveni ha conseguido un 69,3 por ciento de los votos. La participación total del electorado ha llegado a un 70,3 por ciento. La gran victoria de Museveni siginificará su segundo mandato como presidente, tras su victoria en las elecciones de 1996.

El Ejército de Liberación del Señor está masacrando a la población del norte de Uganda. Al menos 50 personas han sido asesinadas esta semana por un grupo de rebeldes armados con lanzas y machetes. Son los guerrilleros de Joseph Kony, antiguo seminarista ugandés, que dice ser la voz de Dios en la tierra. Kony lleva diez años intentando derrocar al Gobierno de Yoweri Museveni para, asegura, imponer en el país un sistema basado en los diez mandamientos de la Biblia. Curiosamente, contradiciendo el quinto: no matarás. Las primeras víctimas en esta lucha son los niños, ya que el líder de esta secta los utiliza desde 1993 para nutrir sus filas de combatientes, unos 4.000 actualmente. Sin embargo, esta guerra, que dura ya dieciséis años, desde 1986 tras la llegada al poder de Museveni, despierta muy poco interés internacional. Algo que sucede en una zona rural tan remota de Uganda, donde no hay materias primas ni lugares estratégicos en juego, no tiene interés en ámbitos internacionales.

Idi Amin Dada, el tirano sanguinario que impuso un régimen de terror desde 1971 hasta 1979 en Uganda, una de las perlas del antiguo imperio británico, ha muerto, en la fecha, en un hospital de la ciudad saudí de Jeddah, donde ha vivido un dorado exilio de más de 20 años. El llamado “carnicero de África”, como tantos otros dictadores –el zaireño Mobutu Sese Seko, el filipino Ferdinand Marcos…–, nunca fue juzgado. Sus crímenes, entre 300.000 y 500.000 muertos, torturas, ejecuciones sumarias y la violación de todos los derechos humanos, según Amnistía Internacional, han quedado impunes. Amnistía Internacional cree que “la indiferencia de la comunidad internacional, incluida la del Reino Unido, ha permitido a Idi Amin escapar a la justicia”. También lo ha permitido Arabia Saudí, donde ha vivido con alguna de sus mujeres y parte de sus 40 hijos, en una lujosa residencia. Todo a cargo del régimen saudí, dicen. Aunque no es descartable que las riquezas que ha pillado hayan sufragado sus gastos hasta que cayó en un coma de tres semanas. Para escarnio de los musulmanes, Riad alegó solidaridad islámica para cobijar al golpista. Washington, hasta ahora aliado de Arabia Saudí, ha eludido presionar para llevar al ex dictador ante los jueces, pese a las críticas de líderes norteamericanos como Carter, a Amin. No siempre la justicia internacional interesa a Occidente.

Al menos 53 personas son asesinadas, en la fecha, en Uganda por milicianos del rebelde Ejército de la Resistencia del Señor (ERS), que atacaron cuatro aldeas en la convulsionada región norte del país, según informaron misioneros que trabajan en el área. Los guerrilleros utilizaron machetes y garrotes para masacrar a sus víctimas, muchas de ellas mujeres, niños y ancianos indefensos, según las fuentes, que subrayaron que muchos menores fueron secuestrados por los atacantes, que se retiraron hacia la frontera norte del país con el vecino Sudán. Según los habitantes de la zona, las tropas gubernamentales desplegadas para protegerles no pueden hacer nada para frenar los ataques de los insurgentes. Desde principios del mes, más de 200 personas han sido víctimas de los rebeldes del ERS en la región de Lira, situada a unos 220 kilómetros al norte de Kampala, la capital ugandesa.

Los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, según las siglas en inglés), cuyo líder es Joseph Kony, dan muerte a unas 200 personas en la bárbara matanza perpetrada, en la fecha, en uno de los campos de desplazados del norte de Uganda. Es uno de los más graves ataques a civiles efectuados por este oscuro y sanguinario grupo. Los milicianos rodearon el campo de Barlonyo, a unos 20 kilómetros al norte de Lira, y lo atacaron con armas automáticas y lanzaobuses, apuntando a la gente que huía despavorida, niños incluidos. Muchos refugiados, a veces familias enteras, murieron quemados vivos, al ser obligados a entrar en sus chozas, a las que los asaltantes prendieron fuego. El número de heridos resultará muy elevado, ya que unas 480 tiendas fueron destruidas. Se quedaron a la intemperie unos 4.800 residentes. La nueva orgía de terror de esta formación duró tres horas.

El Ejército de Uganda lanza una ofensiva contra los rebeldes cristianos integristas que el pasado fin de semana masacraron a dos centenares de personas en un campamento de desplazados en el norte del país. El ministro de Defensa, Amama Mbabazi, asegura que sus soldados están \”pisando los talones\” a los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, según las siglas en inglés), presuntamente responsable de las atrocidades cometidas el sábado en un campo de refugiados cerca de Lira. Desde el domingo ha habido varios enfrentamientos con el LRA, con una veintena de muertos por el lado rebelde, según el Ejército.

La participación de los ugandeses en el referéndum, celebrado hoy, sobre el multipartidismo, del 47%, fue de las más bajas desde la llegada al poder de Yoweri Museveni en 1986. La población ha seguido el llamamiento al boicot de la mayoría de la oposición. De todos modos, el 92,5% de los votantes ha optado por el fin del partido único. Después de 18 años ininterrumpidos de gobierno del presidente Yoweri Museveni, el país se enfrenta a una prueba política histórica, ya que debe demostrar que es capaz de llevar a cabo una transferencia sin sobresaltos desde el unipartidismo hacia el multipartidismo.