Según la leyenda, en Roma, el Papa GREGORIO encuentra a tres niños que han sido capturados y esclavizados. Le parecen excepcionalmente bellos y pregunta por el pueblo al que pertenecían. Le responden que son anglos, y el pontífice comenta: «Anglos no; ángeles.» («Not Angles but angels» en inglés; el latín también admite el juego de palabras.) Entonces decide enviar a un misionero, AGUSTÍN, a que los convierta. Por otra parte, el Papa GREGORIO respalda la compra de esclavos anglosajones en la Galia, probablemente en Marsella, para que puedan ser educados como cristianos y posteriormente enviados como misioneros a su país natal.

AGUSTÍN, Abad de S.Andrés, al frente de 39 monjes es enviado po el papa GREGORIO, según parece a causa del desánimo que reina entre los sacerdotes de las islas por la resistencia de los anglos a la evangelización. AGUSTÍN y sus compañeros desembarcan en Inglaterra el año 597. BERTA, la esposa del rey EDELBERTO de KENT, es hermana del rey de los francos y por tanto católica. AGUSTÍN y sus monjes son muy bien recibidos en la corte del rey EDELBERTO -que se convierte en Pentecostés/597- y pronto pueden enviar alentadores informes a Roma. El papa GREGORIO envía refuerzos y nombra a AGUSTÍN obispo, con sede en Canterbury. Será el primer arzobispo de Canterbury y apóstol de los ingleses. La cristianización de Britania está en marcha aunque en disputa con el monaquismo irlandés. Por ello, será difícil lograr la unificación con los viejos cristianos de Gales, que hasta el 644 se negarán a aceptar a los sajones convertidos y a la jerarquía oficial.

El Papa GREGORIO envía a Inglaterra otro contingente de misioneros encabezado por Melito y por Paulino, que más tarde serán obispos de Londres y de York, respectivamente, y consagra a AGUSTÍN como arzobispo de los ingleses. La iglesia recién establecida será independiente de la iglesia gala y del vicariado papal de Arles, pero permanecerá unida a las iglesias celtas británicas, una solución que, con el tiempo, ocasionará bastantes controversias acerca de cuáles son las costumbres que deben prevalecer. A pesar de los problemas que habrán de surgir en el futuro, la misión de AGUSTÍN debe considerarse como un notable éxito para él y para el papa que lo ha enviado. La empresa carece de precedentes, pues anteriormente ningún papa ha enviado una delegación de misioneros a convertir a un pueblo pagano.

En la fecha, fallece AGUSTÍN de Canterbury. No ha conseguido la unidad católica con los obispos celtas. Sus últimos días los ha dedicado al establecimiento de la jerarquia eclesiástica en tierras sajonas. AGUSTÍN, arzobispo de Canterbury, será canonizado.