El gabinete de O’DONNELL tendrá una duración efímera, teniendo su causa en una Ley originada durante el bienio: la Ley Madoz de 1855. El ministro de Hacienda, Manuel Cantero, mantiene la citada ley, a partir del mismo día que se forma el nuevo gobierno, pero la reina ISABEL II presionada por gran parte de la jerarquía eclesiástica que pretende frenar la desamortización eclesiástica, exige a O’DONNELL la anulación de dicha ley, pidiendo la dimisión del ministro; lo cual se consigue el 20 de septiembre de 1856, siendo sustituido por Pedro Salaverría.

Los grupos de presión no se conforman con la dimisión del ministro Manuel Cantero, logrando la dimisión del gobierno en bloque el 10 de octubre, quedando la conocida anécdota del “baile del rigodón” como un motivo esgrimido por algunos historiadores para la sustitución de O’DONNELL. La anécdota o pretexto que produce esta sustitución, sucede en el baile que se celebra en Palacio el mismo 10 de octubre, como celebración del cumpleaños de la Reina Isabel II (10/10/1830). Ésta se vuelca en atenciones con NARVÁEZ delante de O’DONNELL, que en ese momento es jefe del Gobierno. Llevado por los celos políticos O’DONNELL presenta la dimisión, lo que da ocasión a un nuevo cambio de gobierno y a una crisis que se llamará la “crisis del rigodón” ya que parece ser, Isabel II no quiso ni bailar con O’DONNELL en la fiesta de su cumpleaños. Y así termina el Bienio Progresista.

El valenciano Lluis Mayans, vuelve al poder, en 1857, después del bienio progresista (1854-1856) y ocupa las carteras de Marina y Gracia y Justicia de nuevo. Con el triunfo de la revolución de 1868 quedara marginado pero volverá con la Restauración y será uno de los artífices de la Constitución de 1876. Es uno de los políticos que pondrá los cimientos de la estructura del Estado del siglo XIX español y favorecerá el despegue de políticos-financieros como el marqués de Campo. Creará un entramado caciquil del conservadurismo que se mantendrá durante gran parte de la Restauración que tendrá en algunas comarcas valencianas un respaldo importante.

En febrero de 1857, Emilio CASTELAR oposita a una Cátedra de Historia Crítica y Filosófica de España en la Universidad Central de Madrid, que obtiene por unanimidad. Su docencia se extiende también al Ateneo, donde ante un público más heterogéneo, desarrolla un ciclo de conferencias bajo el título de Historia de la civilización en los primeros cinco siglos del Cristianismo. Este año termina con dos acontecimientos trascendentales en su vida, aunque de signo bien distinto: de un lado, la publicación de su ensayo “La fórmula del progreso”, donde resume algunos principios que configuran su ideal de la democracia y que suscita una fuerte polémica; de otro, el fallecimiento de su madre, circunstancia que le aparta de la vida pública durante algún tiempo.

Con la creación de la Comisión General de Estadísticas del Reino en 1857 y la elaboración, en la fecha, del Censo del mismo año, comienza una serie de censos oficiales. Según el censo de 1857, España tiene 15,5 millones de habitantes. Posteriormente, destacará el censo de 1860. Después vendrán el de 1877, bajo el reinado de Alfonso XII, y los de 1887 y 1897.

Claudio MOYANO, ministro de Fomento en el gobierno de España, dicta la famosa ley de Instrucción Pública de 9/9/1857 que lleva su nombre y que en sus líneas principales estará vigente en el Estado hasta 1936, siendo la ley educativa más longeva de la historia española. En esta ley se obliga a que el castellano figure como lengua única en todos los centros escolares. La lengua del Estado se transforma de hecho en el vehículo exclusivo de cultura para el pueblo. También, por esta ley se crea la Academia Española de Ciencias Morales y Políticas. Esta Ley, provoca una gran dicotomía lingüística en Catalunya. El catalán queda para las relaciones familiares o de calle en el caso de la mayoría. (Vicens Vives señala que la Ley Moyano y la fundación de la Guardia Civil son dos elementos claves en la castellanización de Catalunya)

El Gobierno de NARVÁEZ es sustituido por el presidido por Francisco Armero y Peñaranda, el 15 de octubre de 1857. Es un gobierno auspiciado por la reina ISABEL II, para contrarrestar el carácter vehemente de NARVÁEZ, pero este gobierno, al no contar con el apoyo de ningún sector, caerá rápidamente. Seguirán otro breve gobierno: el de Francisco Javier Istúriz.

Nace Alfonso (el que será Alfonso XII) hijo de Isabel II y de Francisco de Asís, reyes de España. Al oír el pueblo el decimosexto cañonazo, que lo señala como varón, el júbilo es inenarrable, concediéndose una amplia. amnistía.Es bautizado solemnemente en la tradicional pila de Santo Domingo de Guzmán de la Capilla Real. Ya tiene una hermana: Isabel. Cábalas sobre la paternidad del príncipe de Asturias: Su madre, la reina Isabel, y el rey consorte, Francisco de Asís, ocupan habitaciones muy separadas en el enorme palacio y casi nunca hablan entre ellos, excepto cuando les visita sor Patrocinio, la monja de las llagas, que es amiga de los dos y pretende reconciliarles. Y es que la reina es visitada muchas noches por un extraño personaje llamado Enric Puigmoltó i Mayans, que entra subrepticiamente en su habitación. Puigmoltó será alejado de palacio pocas semanas antes de que nazca el infante. Alfonso tendrá posteriormente otras tres hermanas que irán llegando a este mundo ante su mirada de asombro, mientras Miguel Tenorio, un personaje tan extraño como el desaparecido Puigmoltó, frecuenta casi todas las noches la regia alcoba de doña Isabel. El confesor de su madre es Antonio María Claret.

La Unión Liberal aplica un programa de reforma política y administrativa y una activa política de intervención exterior que cuenta con el apoyo de los conservadores catalanes. Los gobiernos del Partido Moderado mantienen las políticas que refuerzan la centralización del Estado. Los gobiernos unionistas (de 1858-63 y de 1865-66) impulsan un programa de reformas y de modernización de la economía. En Catalunya, un sector conservador vinculado5 al “Diario de Barcelona” apoya las políticas que está aplicando en Madrid la Unión Liberal, con la creencia que llevan a una descentralización y modernización del estado. De hecho, tanto los gobiernos de los unionistas como los de los moderados tienden a reforzar el poder y la centralización del estado. Hace falta destacar, entre las leyes aprobadas, la denominada Ley Moyano (1857), que consolidaba el poder estatal sobre la enseñanza. También serán importantes las leyes del notariado (1862) y la ley hipotecaria (1863).

En España, el gobierno de Francisco Armero, al no contar con el apoyo de ningún sector, cae rápidamente. En la fecha, entra como presidente del Consejo de ministros del Gobierno, Francisco Javier Istúriz (14/1/1858-30/6/1858)