Del Imperio Carolingio, nada más queda en pie la parte oriental, el llamado Imperio Germánico.

Del Imperio Carolingio, que en tiempos de Carlomagno, había llegado a dominar todo el Occidente Europeo, en los siglos XII y XIII nada más queda en pie la parte oriental, el llamado Imperio Germánico. Una línea imaginaria que continuase el Roine hacia arriba dividiría las posesiones germánicas de las del lado occidental, absolutamente fraccionadas. En esta parte, en el lado occidental, se encuentran los territorios ocupados por reyes y señores: Francia, Inglaterra, la Corona de Aragón, Castilla, Portugal, Frisia, Bravante, Flandes, Champaña, Lorena, Normandia, Bretaña y Tolosa entre los más importantes. Todos, tarde o temprano, intervendrán en la llamada cuestión cátara. Pero nada más una parte reducida tendrá un protagonismo constante: son los nobles que dominan el Languedoc (Occitania) y los dos reinos, que por el norte y por el sur, Francia y la Corona de Aragón, saben que la expansión de su territorio puede ir por esta parte de Occitania.