Fallecido Alfonso V, la Corona de Aragón y Sicilia pasa a su hermano JUAN II rey de Navarra y la corona de Nápoles a su hijo Fernando.


Fallecido Alfonso V el Magnánimo, la corona de Aragón y Sicilia pasa a su hermano JUAN (1458-1479), que es JUAN II rey de Navarra, y la corona de Nápoles al hijo natural del difunto Alfonso V, FERNANDO. (Previamente se le ha ofrecido a CARLOS de Viana que no ha aceptado) El reparto deshace en un momento toda una política de años. JUAN II debe hacerse cargo de una Corona de Aragón débil, convulsionada y enfrentada con Francia. JUAN II se apresura a otorgar a su hijo FERNANDO (futuro Fernando II) los títulos de duque de Montblanc, conde de Ribagorza y señor de Balaguer, que es tanto como indicar que, llegado el caso, le prefiere para la sucesión en la Corona de Aragón. El papa no reconoce al infante FERNANDO como heredero legítimo de Nápoles. El papa se reserva el derecho de decidir quien será el nuevo monarca de Nápoles. Juan, será JUAN I de Sicilia (1458 – 1468).