Ante la Unión Evangélica, formada por los príncipes protestantes, los católicos se unen en la Liga Católica.


Ante la «Unión Evangélica», formada por los príncipes protestantes en 1608, los católicos, como respuesta, se unen en la «Liga Católica» en 1609, por iniciativa de MAXIMILIANO de Baviera. En efecto, MAXIMILIANO I, duque de Baviera, agrupa a los príncipes católicos de Baviera, Austria, Salzburgo, Bamberg y Würzburg en la Liga Católica, creando un bloque católico en el sur de Alemania. Queda dispuesto el escenario para una guerra religiosa; todo cuanto se necesita es una chispa que la encienda.