Cuando SILA se ve dueño de la situación se instala en Roma y se hace nombrar «·Dictador»


Cuando SILA se ve dueño de la situación se instala en Roma para castigar a los demócratas. Adopta el sobrenombre de «Félix» (= el afortunado). Pero respetuoso con la legalidad , hace primero votar al pueblo una ley que le conceda poderes ilimitados. Su título será el de «dictador», y a este título irá unido el derecho de confiscar propiedades, cambiar los límites de las haciendas y de las fronteras de provincias, nombrar magistrados, legislar por su cuenta, decidir su propia dimisión, elegir su sucesor… Nada da mejor idea de como habían cambiado las cosas que el hecho de que una ley así fuese votada por los comicios sin la menor oposición. SILA se dispone de esta manera a saldar cuentas con todos los que se han aprovechado de su ausencia para perjudicarle y perseguir y asesinar a sus amigos.