Winston CHURCHILL es sustituido como primer ministro por Clement ATTLEE, un modesto laborista.


En la fecha, Gran Bretaña acaba de ganar la guerra más espantosa de la historia y sigue controlando un fabuloso imperio, pero es a la vez un país pobre, triste y sometido a duras privaciones. Winston CHURCHILL ha sido sustituido, en la fecha, como primer ministro por Clement ATTLEE, un modesto profesor laborista. ATTLEE y el Partido Laborista, ante la fuerza que han adquirido los movimientos nacionalistas, son conscientes de que el imperio es insostenible y deciden deshacerse de él. No es una tarea fácil. Es preciso actuar con urgencia. La India donde las poblaciones indígenas están a punto de sumergirse en un aquelarre, es la clave. Con notable perspicacia, ATTLEE elige para la delicada misión a un almirante de sangre real, porte aristocrático, 1,80 de estatura y 46 años de edad: lord Mountbatten, a quien cuatro años antes CHURCHILL había designado comandante en jefe aliado en el Sudeste Asiático. Acepta y pone condiciones: será el último virrey, pero con plenos poderes y absoluta libertad de acción.