Enrique VIII rechaza la primacía del Papa y se constituye en Cabeza de la Iglesia de Inglaterra.


El papa CLEMENTE VII, después de muchas vacilaciones, pronuncia, por fin, en la fecha, su veredicto sobre el matrimonio de ENRIQUE VIII con CATALINA de Aragón, que juzga válido. Pero ENRIQUE VIII, de acuerdo con Thomas CRANMER, rechaza la primacía del Papa y se constituye él mismo en Cabeza de la Iglesia de Inglaterra desligada de la Católica, aunque sin renunciar a sus dogmas. Se obliga a sus súbditos a aceptar el Acta de Supremacía (es decir, a reconocer que es la Cabeza Suprema de esa Iglesia) y se decreta que quien se niegue a aceptarla será juzgado por alta traición y condenado a muerte.