Un nuevo rebrote del conflicto remensa se da a principios de 1475 en las tierras del obispado de Girona, donde los remensas son bastante fuertes. Durante la guerra civil (1462-1472), en aquella zona habían obtenido el control de algunos municipios. Y, cuando el obispo de Girona quiere recuperar sus antiguos derechos sobre el pueblo de Corçà, se plantean nuevas movilizaciones remensas a las órdenes de Verntallat. Finalmente, sin embargo, el obispo de Girona recuperará el control del pueblo, gracias a la intervención de las tropas reales.
