Surge este año en España, durante la I República, en oposición al Gobierno central, el cantonalismo.


Surge este año en España, durante la Primera República, como una oposición al Gobierno central, el cantonalismo: sistema político que aspira a dividir el Estado en cantones. Se trata de establecer una serie de ciudades (cantones) independientes que se federarían libremente. Recuerda a las polis griegas. El cantonalismo tiene una gran influencia del movimiento obrero, sobre todo anarquista, pero sus principales protagonistas son los artesanos, los pequeños comerciantes, los intelectuales y los militares urbanos. El núcleo de la doctrina de PI -semejante a la del francés Pierre J. Proudhonera-, es que toda asociación se basa en el pacto, dice que los individuos son soberanos y que sólo libre y voluntariamente pueden contraer obligaciones mutuas que sean legítimas. Mediante pactos, los individuos forman pueblos o municiplos; estos, provincias, y cantones o Estados (como se llamaba entonces a lo que hoy denominamos regiones o comunidades compuestas por varias provincias); y los Estados o cantones constituyen naciones. (Observemos la diferencia terminológica con la actualidad, que reconoce varias naciones o nacionalidades en un solo Estado.)